Cartas al Director

(Del Libro «Crónicas de Borrador»)

Mediodía. 18 de mayo de 2016. El viento en la Ciudad de Zaragoza está en calma lo que viene a decir que ciertamente estamos en primavera.

El encuentro es casual con el músico ruso. Apenas unos días fuera tema de noticia en cadena regional; que los músicos deben pagar anualidad al Ayuntamiento de Zaragoza por el derecho de instalarse en la vía pública lo que a todas luces suena a despropósito.

Impresionada en la pantalla su imagen; tomé fotografía. Confieso que no resultó ni por color ni enfoque afortunada y me dije “Cuando me desplace a Zaragoza intentaré pasar por los lugares donde suele instalarse el músico y mejorarla”.

Desconocía su nombre (como la gran mayoría de los viandantes) pero lo que a todas luces hay que pregonar es que es un ciudadano más en la Calle Alfonso o en el Paseo de La Independencia con posibilidad de estancia en Zaragoza a las tres décadas.

La casualidad me lo sirvió a la vera. En proximidad de Gran Comercio; el Concertista.

Ante la duda de si debía o no pedir su permiso para fotografiarlo; me decanté por hacerlo. Le pregunté su nombre; respondiendo YURI.

Tuve… Tengo la sensación de que es una persona tímida y discreta.

Doble es mi interés; agradecer en la persona de Yuri a todo Músico que nos regala su Arte en las calles de la Ciudad haga buen o mal tiempo. Y… La recomendación para el primer Edil de la Ciudad (Mi Ciudad) que apoye estas iniciativas y no les pase el cestillo recaudador.

Saludos.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay