Virtudes heroicas de un matrimonio.
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
En un artículo reciente de: “Libertad. es”; aparecía la noticia de que el mismo día que el Papa predicaba sobre el amor esponsal en su catequesis pública; él, Francisco firmaba también un decreto reconociendo las virtudes heroicas de un matrimonio:
- ”El de los italianos Sergio y Domenica Bernardini, que vivieron juntos durante 52 años”.
Y continuaba y continuo siguiendo con la misma idea:
- Ha habido otros matrimonios que han avanzado juntos, en un mismo proceso canónico, hacia los altares:
- El beato matrimonio Quattrocchi, de Roma.
- Los padres de Santa Teresita de Lisieux.
- Y Tomás Alvira y Francisca Domínguez, un matrimonio español del Opus Dei camino de los altares.
Juan Pablo II fue el primer Papa que pidió y organizó que se canonizaran matrimonios juntos:
- «Él tenía el deseo de que como hay algunos casos en la historia de que marido y mujer se han canonizado por separado, que también se tomara en cuenta la santidad de la vida matrimonial y canonizarlos juntos».
Yo personalmente tengo como ejemplo la vida de mis padres:
- Un matrimonio: Antonio y Micaela, 1952 – 1976, con 7 hijos, que supieron vivir su vocación siguiendo las indicaciones del Concilio Vaticano II y muy bien, con la ayuda de Dios pudieron ser pioneros en ello, santificando la vida de cada día.
Pero siguiendo con nuestra historia de Sergio y Domenica, podemos decir que lo específico de este matrimonio fue su historia de unión después de una etapa de pérdidas y dolor humano, y su apertura a la vida, entregando sus hijos a Dios.
En el dolor y a través del dolor siguieron el camino de la esperanza, de la generosidad y del amor. Siempre eligiendo a Dios como cauce y guía de sus vidas.
Tuvieron 10 hijos: seis serían monjas y dos frailes capuchinos, uno de ellos el arzobispo misionero: Giuseppe Germano Bernardini de Izmir (Esmirna), en Turquía.
De las monjas, tres fueron misioneras en Asia y América Latina.
El impulso misionero de esta familia llegó en 1963 a África, cuando adoptaron a un joven estudiante seminarista de Nigeria, Felix Alaba Job… que luego sería, de 1994 a 2013, arzobispo de Ibadan, en Nigeria, pastor de más de 400.000 católicos.
Historia breve de este matrimonio ejemplar:
- <<Domenica Bedonni nació en 1889 en una familia católica, educada: «Para asistir a la iglesia y hacer el bien», según explicó ella misma. A los 18 años Domenica pensó en hacerse monja en algún convento, pero nadie la apoyó en ese proceso de discernimiento.
Tuvo un primer prometido, que murió antes de que llegaran a casarse. En 1913 conoció a Sergio, que volvía de América, con 31 años y viudo. Domenica explicó sobre aquellos años: «Todo en él me inspiraba confianza, respeto y paz; era viudo, había sufrido mucho, pero también yo. Oré a Dios e inmediatamente me decidí: “Sí, Señor, si es tu voluntad”.>> - <<Él, Sergio Bernardini, había sido responsable de un molino en las italianas montañas de Sassoguidano. A los 25 años, en 1907, se casó con Emilia, su primera esposa, que le dio tres hijos. Vivió años muy felices, siempre agradecido a Dios. Después experimentó un periodo muy duro: en apenas cuatro años, de 1908 a 1912, murieron sus padres, su hermano, su esposa y los tres niños. Tenía 30 años, arrastraba el dolor de la muerte de 7 seres queridos y estaba solo… hasta que encontró a Domenica.
Pasó la prueba de la pérdida y la muerte de los que quería con las palabras del libro de Job: «Dios me lo dio, Dios me lo quitó, bendita sea su voluntad». Viajó a Estados Unidos para buscar la forma de pagar sus muchas deudas por las enfermedades que había tenido que pagar, pero volvió del país porque, recordó luego, le pareció peligroso para su fe. De vuelta a Italia, su párroco le propuso el camino del sacerdocio. Pero conoció entonces a Domenica, que tenía 25 años y sabía lo que era perder un ser amado.>>
Una familia es una página del Evangelio, pero está aún más dado el grado heroico de generosidad y confianza plena y absoluta en el Señor:
- Se casaron el 20 de mayo de 1914. Desde el primer momento querían tener muchos hijos que presentaban al Señor.
Pensaban y decían ya entonces que una familia era como una página del Evangelio escrita con vidas, a la vista de la gente.
Vivieron juntos 52 años. Él murió en 1966; ella se le unió en la otra vida en 1971.