Cartas al Director

Los éxitos y los logros a los que me voy a referir en este artículo no corresponden lógicamente a proyectos egoístas, ni a proyectos socialmente estériles, me refiero a ambiciones nobles, a metas que se puedan lograr con entusiasmo y dirigidos siempre al bien personal y por supuesto al bien de los demás, de la sociedad y del mundo.

Estos proyectos nobles requieren, a veces, complicados caminos y escarpados puentes  y necesitan un buen diseño y buenas condiciones para recorrerlos.

Necesitan: coyunturas adecuadas, situaciones favorables, aprendizajes exigentes, habilidades y destrezas y el encaje de los distintos entramados.

Para que, de esta manera, estos caminos se recorran con la eficacia suficiente para llegar, con exitosa gallardía, a la anhelada meta, al fin de nuestros proyectos.

Pero para dichas realidades, para diseñar los caminos, para construir los puentes, para sortear los obstáculos, hay que poner en marcha los mecanismos del actuar humano y algunos de ellos podrían ser:

• El estudio y la escucha atenta y activa.
• El equilibrio psicológico de la personalidad.
• La oratoria y la hábil destreza.
• La grandeza de espíritu y la fe en las creencias trascendentes.
• Firmeza en las convicciones y la constancia en los proyectos.
• El entramado complejo de las habilidades sociales.
• La exquisitez en la vivencia de valores y virtudes.
• El sortear los obstáculos, sin descalabros y el dominio de sí, que nos evita contratiempos.
• La convivencia amena y fluida con derroche de cordialidad.
• La llaneza del saber estar, sabiendo que las personas llanas cautivan y propician el entendimiento y la comunicación.
• La humildad, que nos da frescura y un aire de distinguida singularidad.
• La honorabilidad, la honradez y la nobleza como signo de distinción y de progreso.
• La sinceridad, la empatía, la justicia equitativa, la cautela…

Estos mecanismos del actuar humano los necesitas, como hemos dicho, en tu vida si quieres convertir los sueños en realidad, o quieres cumplir esos objetivos previstos, o quieres tener metas trascendentes, o quieres finalizar con éxito tus planes siendo ante todo útil a los demás.

Los necesitas también, si en tu vida tienes proyectos noblemente ambiciosos que te pueden hacer feliz o quieres buscar continuamente un porqué y un para qué que dé sentido a todo.

Pienso que quizás te podrían venir bien estas ideas anteriores, pues ellas impulsarían tu vida, adelantando paso a paso, para poder lograr los objetivos de cada día y llegar siempre al final, al menos, con: “La grata satisfacción, simplemente, de haber llegado”.

Puentes y caminos que propician el cumplimiento de esos deseos personales, que hacen que de lo ordinario podamos llegar al liderazgo eficaz y positivo y que propician que de la adormecida cotidianidad podamos pasar a la gloria viva y vibrante.