Un cristianismo sin luz ni sal.
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
Los cristianos somos luz, y cuántas veces nos empobrecemos siendo oscuridad; y otras veces, aún más: oscuridad tenebrosa; y otras presagio de una penuria tristemente desastrosa.
Los cristianos tenemos que ser luz pero la realidad, en muchos casos, es bien distinta. Oír a un cristiano debía de ser oír la voz del amor lleno de cariño y ternura.
Un cristiano al trabajar, al vivir junto a los demás, al enfrentarse a las dificultades, al sufrir: la enfermedad, la pobreza, el hambre, el desprecio… tiene un modelo inigualable Jesucristo; y que pena que tantas veces, muchas, muchas, los cristianos nos comportemos: como “pillos” que sí pueden se llevan algo ajeno; como “listillos” que engañan y engañan; como avariciosos que acumulan lo propio y lo ajeno; como mentirosos que mienten como bellacos una y otra vez, sea la cuestión grave o sin importancia.
Cuántas veces nos comportamos como vividores que además miran con desprecio al que menos tiene. No siempre es así, pero cuánta trampa entre los seguidores de Jesucristo, cuánto mal ejemplo, cuando desconocimiento de la doctrina de Jesucristo, cuánta falta de afán por mejorar. Vivimos un cristianismo: descafeinado, light y a veces adulterado.
Vivimos, entre la tristeza y la amargura, la realidad de un cristianismo que es vivificador y lleno de esperanza. Vivimos entre las tinieblas, en la oscuridad, cuando debíamos de llenar de luz el mundo entero.
Los cristianos: deberíamos de ser siempre como una bella “flor” que embelleciéramos siempre el precioso jardín de la divina esperanza; deberíamos ser ese horizonte claro que preludiara la dicha de una eternidad inmensa y feliz; debíamos de ser ternura y cariño en un mundo brusco y repleto de sinsabores. Los cristianos debíamos de ser -hoy, ahora y siempre- la imagen de un Jesús que siempre: ama, perdona y redime.