Tertulianos y cosas de la vida
Publicado por Sagittifer, Posteado enOpinión
Estaba buscando un tertuliano cuyo nombre no acudía a la llamada de mi neurona de guardia, algo traspuesta últimamente, cuando hete aquí que, de pronto, he recordado el nombre del susodicho y al buscarlo ha aparecido una entrada «posteada» (yo diría realizada, o bien otro participio que ahora se me acaba de escapar) el lunes, 14 de septiembre de 2015, por doña Carmen Amigó y Pérez-Mongay, gracias a la cual he descubierto este sitio en el que me apetece publicar tantas cuantas veces me lo permitan. Ayer, domingo 1 de mayo de 2016 D. Antonio Burgos, en su columna EL RECUADRO, de ABC, titulaba su artículo «TERTULIANÉS DE 26-J» que no tiene desperdicio y que finalizaba con el texto que copio a continuación: «Visto lo visto y hasta donde yo sé, se ha visibilizado el postureo y se ha focalizado la imposibilidad de soluciones trasversales desde el minuto 1, antes de calendarizar el problema. Hay que verbalizar que todo pasa por la puesta en valor de un nuevo escenario, y que Dios nos coja confesados», no sin dejar de exclamar, antes de su firma: – ¡La gallina! Lo copié en WhatsApp para un amigo que lo celebró y que hizo alusión al artículo que el mismo día publicaba en su última página el suplemento dominical de «El País», D. Javier Marías en su colaboración habitual en «LA ZONA FANTASMA», titulada «UN PAR DE PLAGAS» y subtitulada: «Lo que vengo observando son dos tendencias deprimentes: la pedantería inculta o llana horterada, y la cursilería espontánea». Bien. el participio que se me escapaba era publicada. Y el hecho es que disfruté con ambos artículos que si bien de algún modo se asemejan el uno al otro, en realidad son bien distintos y me hicieron disfrutar pensando que no soy tan raro como imaginaba.
Cambiando de tema, o de tercio, por emplear una expresión que le gustaría a don Antonio Burgos, hoy he descubierto un libro de una escritora sobre un tema de divulgación neurocientífica para el que no sé si está preparada, que tiene el derecho de copia de 2000, y que de momento no voy a leer. No hay como investigar un tema para encontrarte con decisiones que, aunque no sean definitivas, pueden afectar a una decisión que habías tomado. Es posible que ver vídeos de la autora y leer el prólogo del libro me hayan decidido a dejarlo, al menos de momento, en suspenso. El caso es que este segundo párrafo se ha de quedar, porque la neurona de guardia me acaba de avisar de lo que ahora explicaré, en una introducción que no sirve para el tema y que quizá no vuelva a sacar, pues, de un modo que alguna explicación psicológica tiene pero ignoro, no había citado a dicha autora; se ha de quedar en lo escrito y he de seguir con lo principal. He salido, con 24º de temperatura a la calle, bien abrigado, a mirar los servicios del cercano Centro Cívico y a hacer unas compras al también cercano supermercado. Me he vuelto tras darme cuenta de que hoy es fiesta en Madrid y está todo cerrado y mientras me tomaba un café con hielo en una cafetería, que he tenido que proteger de los aquenios que todo lo invadían, he recordado que el otro día compré un número de la ONCE para el día de la madre, es decir ayer. Así que, he de mirarlo. Quizá, tal vez, a lo mejor, quién sabe, puedo darle a mi esposa una buena noticia.