Cartas al Director

En el barrio de Lahore de Youhanabad, Pakistán, hace unos días sufrieron un terrible e injustificado atentado decenas de católicos y hubo al menos 14 muertos y 68 heridos.

Alli tiene tambien tiene su sede una escuela salesiana impulsada por españoles que sufre el tremendo dolor y desconcierto de lo sucedido.

Todo alli, en Lahore, se ha llenado de consternación, de luto y de tristeza. Hay llantos y lamentos dado la gravedad de los sucedido y se celebran Misas por los difuntos, por los heridos y afectados durante varios días.

Pero despues volverá la angustiosa vida de siempre, debido al aislamiento total al que han sometido a los cristianos.

Sus decenas de miles de católicos habitualmente:

• Tienen dificultades para encontrar trabajo por no ser musulmanes.
• Si trabajan, tienen lugares aparte para no contaminar a sus compañeros musulmanes.
• Si la empresa tiene dificultades, los cristianos son los primeros en irse a la calle.
• Sus hijas, mientras tanto, se ven a diario señaladas como prostitutas.
• Y son discriminadas por todos y en especial por otras chicas, si no utilizan el velo por la calle.

Son solo algunas de las discriminaciones cotidianas que padece la minoría cristiana de Pakistán, católica y protestante; ellos son unas 3.600.000 personas de un total de 180 millones de habitantes.
Otra forma con la que se ataca a los cristianos es la llamada “Ley de la blasfemia” que permite a los musulmanes ponerse de acuerdo para encerrar en la cárcel o condenar a muerte a un cristiano; solo basta que le acusen de haber insultado a Mahoma o al Corán.

Diversas organizaciones se están uniendo para tratar de abolir esta ley que se usa con mucha frecuencia para perseguir a la minoría cristiana, que además -como hemos dicho- suele ser explotada laboralmente y discriminada en el acceso a la educación y los puestos de función pública.

Para la abolición de la Ley de Blasfemia se ha puesto en circulación una petición que puede ser firmada y se enviara a las autoridades competentes.

“Es la raíz de muchos males en Pakistán, de violaciones de los derechos humanos, de violencia y de discriminación. Por eso debe ser abolida”, explicó el abogado Mushtaq Gill, director de la ONG cristiana LEAD. “Aunque nos amenazarán por ello queremos despertar la conciencia de la sociedad contra el extremismo”

El caso de Asia Bibi es el de una campesina a la que las campesinas con las que trabajaba en las faenas agrícolas en el poblado de Punjab, acusaron en 2009 de haber contaminado el agua, al tocar el recipiente en el que todas bebían con sus manos “impuras”. Sus manos son impuras, según ellas, por el solo hecho de ser cristiana.

Esta denuncia llevó a la captura de la mujer católica, su encarcelamiento y su sometimiento a juicio por blasfemar contra el profeta Mahoma.

El 8 de noviembre de 2010, Bibi fue condenada a morir en la horca, pero su ejecución se encuentra pendiente tras un recurso interpuesto ante un tribunal superior que se extiende hasta hoy.

El caso de Bibi es uno de tantos en Pakistán, donde los cristianos son objeto de discriminación de todo tipo.

Este es el chantaje que imponen los partidos ultrarreligiosos musulmanes, y más aún la cultura general de este país acostumbrado a tratar a los no mahometanos como ciudadanos de segunda o de tercera clase.

Estos son los iconos del martirio diario que de diversas formas crueles sufren los cristianos hoy dia en Pakistán y quizás de distintas formas en muchas partes del mundo. Es la terrible crueldad de un mundo dividido por: el poder, la riqueza, la tierra, el odio, la venganza, las traiciones, los fanatismos, la incultura, las deslealtades, la inmoralidad, las tradiciones

Y tras el ataque terrorista, ¡que no es el primero!, contra los cristianos a la puerta de dos Iglesias de Pakistán, las autoridades del País responden con la indiferencia; y no habrá: ni protestas por parte del clero musulmán paquistaní, ni detenciones o juicios para los islamistas responsables. El Gobierno se justifica por el colapso de la Justicia, que –según ellos- tiene más de un millón de casos paralizados.

---

---