(Del Libro «Pájaros y Plumas. Soliloquios en tempero»)
“Conserve su billete hasta fin de trayecto”
¿Qué trayecto el que se supone que pagas o el que el chófer y sus circunstancias te obligan?
Tras larga espera el autobús que debería llevarte a la Estación de Ferrocarril un colorado; aparece. (Parada cercana a la Puerta del Carmen de Zaragoza).
Al cabo de dos paradas un tufo de olor fuerte y desagradable.
Primer pensamiento: Olor a pintura.
Podría darse el caso de que a algún usuario se le hubiese derramado el contenido de un bote de pintura o algún producto relacionado.
Cambio de lugar.
De la parte media a la trasera.
El olor persiste.
El olor continúa y los primeros comentarios se oyen: Está perdiendo gasoil hace rato.
¡Vaya…! Alguien acomodado desde principio del recorrido habla.
Conde Aranda (antes Avenida General Franco) un oscuro reguero impregna la avenida de unas rayas negras y viscosas.
Iglesia del Portillo a la izquierda. El conductor detiene el vehículo.
El chofer da la vuelta al 51. Retoma el recorrido longitudinal del autobús; vuelve a subir… y habla con central.
A unos metros apenas del Palacio de La Aljafería. Abre puertas y dice a los pasajeros que se bajen que el autobús está estropeado.
¿Alguien puede aclarar qué clase de revisión realizan en los talleres de los Autobuses Urbanos de Zaragoza?
¡Chasco! El noventa y nueve por ciento del pasaje no se molesta en decir al conductor ¿Y ahora qué…?
Quien pago billete hasta la Estación de Delicias ¿Qué hace…?
Preguntado el chofer. ¿Qué solución da?
-Espere a que venga otro.
¿Cuántos minutos…? ¿Otra media hora?
¿Acaso de los autobuses que se detienen en esta parada no hay uno que lleve a la estación?
Respuesta: El 52.
Unos cuantos minutos y aparece el 52.
¿Este autobús lleva a la Estación Delicias? ¡No! Pero si quiere suba le deja en Avenida de Navarra algo tendrá que andar.
Conclusión… ¡Un taxi!
Buscar un taxi que te lleve antes de las 13 horas. Hora de salida del autobús.
¡Esperan en destino!
Gasto añadido 6 euros. Seis euros que debería abonar en casos así la Compañía Autobuses Urbanos de Zaragoza.
Seis euros más el montante del billete por no haber respetado hasta el final el trayecto. Como mínimo…
25 de marzo de 2014. Jornada anterior a la descrita. En esta ocasión se trata del Ci1. Camino de las Torres – Estación de Ferrocarril de Zaragoza Delicias.
Dicen que preguntar es de sabios. ¿Este autobús te lleva a la Estación Delicias?
¡Sí!. Confirmado.
Por desconocimiento del recorrido ya bien avanzado el trayecto nueva pregunta. ¡Perdone! ¿Estamos cerca de la Estación?
-Aun quedan unas paradas.
Recta y vuelta. El conductor quita contacto. Para el vehículo. (Próximas 13 horas) y dice a los ocupantes: ¡Bájense que me quedo aquí parado un rato y la Estación está dando… la vuelta al edificio!
¡Y qué vuelta! Como para llevar el tiempo justo que pudiera ser el caso.
Aun a paso ligero este cunde lo que cunde. A quien le cundió fue al autobús Ci1 que pasando de costado a los viajeros.
Llega como un primor a final de parada. “Entrada de coches de línea de la Estación Delicias” y reanuda carrera.
Quienes fueron despedidos… Agobio en la marcha y calor del que aprieta enfadados por la tomadura de pelo ven sin resuello que aún les faltan metros hasta la entrada.
Luego el corredor y a ventanilla; para sacar billete.
El coche de la una ha marchado.
Una hora de contemplación en la Estación. Obligando la espera del coche de las dos de la tarde.
DOS DÍAS EN ZARAGOZA. ¿Que será para el usuario de ciertos autobuses en cotidiano?
¡Interesa…! No interesa…
¿Y las vueltas que pierden vacíos?
Les embolsa e interesa.
Carmen Amigó y Pérez-Mongay