Veintiséis mil euros cuesta llenar el depósito del Fortuna. Yate de recreo que fuera donado a Patrimonio Nacional por empresarios mallorquines y Gobierno Regional para uso y disfrute de la Casa Real.

En el año 2000 costó tres mil millones de pesetas (18 millones de euros). ¡Un pequeño regalo!

El Rey Juan Carlos ha decidido de reciente prescindir de dicho yate al parecer en deseo de ofrecer una imagen austera.

El Fortuna en amarre. O quizás vaya a ser vendido a algún magnate del petróleo y así resarcir un poco las maltrechas arcas del Estado.

En el año 2011 la Familia Real solo lo utilizó en una ocasión (la esposa del Príncipe Felipe entonces; tomo escenario de fotografía en bikini de algún medio).

Una lancha de apariencia más acorde a los tiempos (de prestado por el empresario Josep Cusí la Somni) es en la que han venido navegando miembros de la Familia Real.

La ruta que suele ser de hábito para la Reina: Mallorca a Cabrera. Lugar; donde consigue verse libre del acoso de los paparazzi.

Ahora que tanta facilidad existe para lo publicado será menos probable que pasen por alto cualquier novedad incluida ésta en la Isla de Cabrera los cazadores de lo que entienden por noticiable.

¿Once años de disfrute? La donación que la Fundación Turística y Cultural de las Islas Baleares presidida por Carmen Matutes y que entre su treintena de patronos se encontraban máximos responsables de Sol Melía, Baceló, Globalia, la Caixa y Caja de Ahorros de Baleares Sa Nostra; ha pasado al fin a la dársena.

Difícil de evaluar el monto total de dicho Fortuna en cuanto a costo de mantenimiento ya que las cifras son…cifras.

Cifras que no se apuntan en cuaderno.

Ni en el Cuaderno de Bitácora.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay