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domingo

21

julio 2013

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CORAZONES ROJO PÚRPURA. EL VATICANO. ¡AMÉN!

Publicado por , Posteado enOpinión

¡Amén! Película dirigida por Costa-Gavras. Basada en la Obra El Vicario de Rolf Hochhuth.

El paso de los años nos ha demostrado la barbarie del pueblo alemán en el intento de exterminio.

El pueblo alemán no podrá (por mucho que intente adecentar su imagen) decir… Que los campos de exterminio fueron…, inventada confabulación de potencias.

Una sangrienta realidad la de ellos. De los suyos. La “raza aria”.

Esa verdad que intentaban desviar con ¡Es falso!

Fruto agusanado de los que co-participaban y lo triste fue que durante años; ganó batalla.

Décadas. En las que se impuso el silencio ya que la mayor parte de los asesinados de toda edad y nacionalidades eran Judíos.

¡Un Pueblo desperdigado!

¿A quién importa?

Jesús; el Cristo también era Judío.

El desarrollo de la película es el que te gustaría no presenciar; porque lleva todo el horror de la verdad alemana.

La indefensión padecida. Sufrimiento. Maltrato físico y psíquico. A seres humanos obligados a dejar casa sin retorno (iban a ser pasto de los hornos crematorios antes lo fueron de las cámaras de gas) mientras…, el resto del Mundo hacía oídos sordos.

¡Se les debe! Se debe al Pueblo Judío respeto y reconocimiento. En una Historia que no buscaron sino que vino a su encuentro.

En la necesidad del Homenaje; el telespectador continúa visionando la película. Y se siente más que incomodo en la parte que toca a la Iglesia Católica-Estado.

Palabras de Costa-Gavras:
“El tema principal de la película es el silencio, la indiferencia de las autoridades constituidas, políticas e intelectuales, y la resistencia de personajes más modestos. Se dice que en esa época el Papa no habló; eso es seguro. Si se lo piensa bien el Vaticano no es la Iglesia; es un Estado, con todos los atributos de un estado, la diplomacia etc. Lo que me interesó fue la actitud de dos personajes, cristianos verdaderos, un católico y un protestante quienes en condiciones prácticas y difíciles resistieron. Tratan de avisar al mundo, de informar a sus jerarquías… Hacen todo lo que pueden pero nadie reacciona y ellos llegan a sacrificarse por su filosofía cristiana. Eso es lo que me interesaba y para mí la película es una metáfora sobre nuestros silencios y nuestras indiferencias de hoy”.

La Iglesia Católica contó con personas que supieron estar a la altura en la defensa de los principios morales, justicia y amor que defiende el Cristianismo. Mientras que al parecer altas jerarquías; estaban demasiado acomodadas a la buena mesa.

Ante la cifra de asesinados en el Holocausto 6.000.000 (seis millones). Lo que el Estado Nazi llamaba Solución Final en un intento de aniquilar a la población Judía de Europa con los métodos atroces de asfixia por gas venenoso, ahorcamiento, disparos, golpes, hambre, trabajos forzados. Europa calla.

Cabe la posibilidad; según el escritor judío Gary L. Krupp de reconocer el papel en ocasiones jugado por la Iglesia en la persona de Pio XII quien ayudó a salvar la vida de 860.000 judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

¿Verdadero o Falso?

“Costa-Gavras. Más adelante recuerda que cuando empezaron las razias, los conventos y monasterios de Roma fueron abiertos con la orden de recibir a toda clase de fugitivos, fueran judíos, comunistas o gitanos y agrega:
Al mismo tiempo, salía un tren con 1200 judíos deportados; ahí el Vaticano calló. Entonces era el doble juego de, por un lado, proteger y, por otro, callar. La Iglesia dijo que había refugiado a 70.000, pero eso es imposible porque no había tantos conventos ni tantos judíos en Roma. Después de ese primer tren hubo otros, con cuatro o cinco mil más pero fue con el tiempo. Pero quiero agregar algo: después de la Guerra, los mismos conventos se abrieron también para nazis, merced a la intervención de varios cardenales conocidos notoriamente el cardenal Coudal, que en la última escena del film ayuda a un jerarca SS a partir hacia la Argentina».

Kurt Gerstein. El protagonista real en la película; es conocido por “El Espía de Dios”. Perteneció al Partido Nazi y las SS. De religión Protestante iba a chocar frontalmente con el cargo para el que fuera destinado. Se declaró anti-nazi, saboteador y denunciante que se involucró en una lucha solitaria e infructuosa en contra del Holocausto Judio.

Su testimonio quedó registrado en el Informe Gerstein que iba a dar la posibilidad de juzgar altos dignatarios nazis en el juicio llamado “Juicio de los Doctores” (Nüremberg).

“Recé con ellos, y grite a mi Dios, y al de ellos. ¡Cuánto me gustaría haber podido entrar en las cámaras de gas con ellos! Con que gusto me habría muerto de la misma forma en que ellos habían muerto! Luego habrían encontrado a un oficial de las SS con uniforme en las cámaras de gas. Muchos habrían creído que fue un accidente y habría sido sepultado y olvidado. Pero yo no podía hacerlo todavía… era un testigo único, sentí que no debía sucumbir a la tentación de morir con estas personas. Ahora sabía mucho acerca de estos asesinatos” Testimonio de Kurt Gerstein. 1945.

Diplomáticos de Suecia y Suiza. Autoridades religiosas. Personas vinculadas a la resistencia holandesa. Gerstein no consiguió involucrarlos para salvar a quienes ya desde partida llevaban escrito: Muerto.

Fracasó en el intento de hablar con el Nuncio de la Santa Sede en Berlín (Embajador al cabo) con el fin de que alertara al Papa Pío XII y sus solicitudes de audiencia fueron rechazadas.

Gerstein desertó y se entregó a los aliados. Trasladado a una prisión militar de París el día 25 de julio de 1945 apareció ahorcado en su celda. Siendo su memoria y honra rehabilitada en el año de 1965. Veinte años después.

¡Amén! Es así como todo Católico da por terminada su oración. Oración de la esperanza en sus representantes; por un amor que en aquel momento no supieron demostrar.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay



miércoles

20

marzo 2013

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EL VATICANO, LOS ESTADOS Y LA CENSURA

Publicado por , Posteado enOpinión

Llevo un montón de días viendo abrir al «El Correo» (grupo Vocento) con la foto de Francisco I. Hoy, además de las fotos de su entronización, aparecen las de Rajoy y las fuerzas vivas del PP, así como la de otros mandatarios mundiales acompañándole en la ceremonia. A falta del rey, tocado como anda, al príncipe se le ve haciéndose cargo de la representación de la corona.
Cada vez recuerda más la situación de ciertos diarios a la que se vivía en el régimen anterior, donde se ocultaba información y evitaba todo lo que podía ser molesto al Régimen, así como se promocionaba lo que sí interesaba. Franco bajo palio y otras cuestiones.
El vaticano y su Iglesia «de los pobres» que pedía Francisco I el otro día desde el principio no esconde sus bazas: santificar la «la pobreza». Una pobreza que no es virtud como piensan algunos de sus incautos seguidores convenientemente acomodados, sino funcional, operativa que diríamos, pues nos hace a todos más vulnerables y fáciles de manejar por los hilos sagrados de los que la Iglesia se apropia: la compasión y la caridad. Sorprende el mensaje del papa llamando a los Estados a ayudar a los más débiles, cuando están ellos y su forma de proceder en el origen del mal y la dominación. Harán que lo oyen, pero seguirán en las suyas: servir al negocio de los poderosos y repartir las migajas luego entre los pobres. Esos a los que la facción dominante en la Iglesia pretende ayudar para relanzar su imagen pública. Una Iglesia dogmática que seguirá negando papel a la mujer en sus filas (salvo el de subordinadas) y desarrollando su actividad desde la más férrea jerarquía.
La responsabilidad de los periodistas (a los que creo muy hartos de la situación que vivimos), debiera llevarlos a ayudar a la gente a abrir los ojos, tomando definitivamente partido por los suyos, el pueblo llano. En vez de hacer el juego a estos señores, servir de voz a nuevas alternativas que nos puedan rescatar de sus garras implacables y la calamidad a la que conducen nuestro mundo
Debemos perder el miedo, o tenerlo más bien, como he oído decir a Teresa Forcades, a no actuar como la situación nos exige a todos.
No quisiera una sociedad adocenada como la previa, que decae sin remedio, pero tampoco una «pobre» y esclavizada cada día más en lo laboral, y servil de estos señores que la explotan con engaños y la están dejando cada día más vacía de sentido.
Entiendo que es hora de abrir el paso a iniciativas que nos lleven a hacernos menos dependientes, más libres de las fuerzas inconscientes y con capacidad de organizarnos de otra manera, desde la base.
Una sociedad orgánica, de todos colaborando y ayudándonos entre todos, y no la actual, mecánica y sin consciencia, de unos pocos llevando el control y manejándonos a su arbitrio. Con la aquiescencia periodística y la inestimable ayuda «divina».