No hace mucho leí que una empresa coreana obliga a sus empleados a llevar pañales para no perder tiempo en el trabajo…..A este paso cuando el FMI sugiera a España a hacer lo mismo,la habremos cagado.
Porque Spain is different y tanto.
Primero ¿la competencia sería de la administracion central, autonomica o local?
Porque no hay que olvidar que esto supondria un negocio y no valdria ponerse cualquier pañal para ancianos o comatosos,tendria que ser homologado,con sellito de calidad,prueba de resistencia etc…o sea un pañal pensado en la seguridad y bienestar del proletariado (y de los que lo rodean), lo que significa mas caro. Y lo pagarias Tú ,currante cagón, asi que cuando con 30 años te den tu primer empleo de aprendiz o becario, ya puedes invitar a tus papás a disfrutar de un inolvidable «Déjà vu» en la sección baby del carrefú, porque con tu sueldo no te llegará ni para el talco.
Segundo: ¿Quien inspeccionará, y en su caso,sancionará al trabajador que lleve pañales piratas, de contrabando, «made by yourself», usados de vete tú a saber cuántas semanas o simplemente no los lleve porque no le salga del culo? ¿La policia local, nacional, de proximidad, de barrio, la guardia civil, los mossos, la Ertzaintza,….O como vamos sobrados de dinero crearemos otro cuerpo con ministerio y todo?
Tercero: ¿Será legal que los empresarios nos obliguen a llevar junto con el currículo una muestra de nuestras deposiciones?
Cuarto: ¿Habrá nueva tasa por recogida de pañales o simplemente subira «que te cagas» la de la basura?
Quinto: ¿El pañal para el funcionariado llevará cupones para 5 cafelitos y periódico deportivo?
Y por último:Resuelto lo importante o sea qué politicos y sus amiguetes se forrarán forrándonos los pompis,nos queda por averiguar si por un arranque de solidaridad «campechana» no acabemos costeando con nuestros impuestos los pañales “First Class”
(con claxon, focos de luz y amortiguadores) de los «bellos durmientes» del congreso, y otros traseros de alta cuna,  por el contrario tendran la bondad de ir al «tigre» a plantar un pino como se ha hecho toda la vida. Nada mas, y «Mucha mierda».