No tengo motivos directos para juzgar, solo concibo visión de respeto hacia el Pueblo de Israel. Reciprocidad.
Desde tierras que para los Sefardíes han sido (son) queridas se ha alcanzado dialogo y comprensión en los Pueblos.
Cuando se ha intentado minimizar el Holocausto; voces aragonesas han salido a explicar lo cierto del cruel intento de exterminio que sufriera el Pueblo de Israel por ser Judíos.
El pueblo español en amplia mayoría es Católico-Cristiano y no impide el establecimiento de Sinagogas.
Jesús de Nazaret. Cristo. Era Judío; como lo fueran sus ascendientes.
En Tierra Santa el cristiano siente el desprecio de la población de Israel. Titulares de prensa.
“Jesús es un mono”. Caracteres hebreos en la pared del Monasterio de los Monjes Trapenses de Latrún faltando al respeto de las creencia cristiana. Y quema de bienes.
Es la tercera vez que se repite el sacrilegio para quienes estiman que es recinto sagrado. Insultos de similar connotación para con la Congregación Baptista y en el Monasterio Greco-Ortodoxo de la Cruz de Jerusalén.
“Dios legó a los judíos esta tierra”.
Con esta diatriba los causantes de la persecución queman y llevan a los claustros la inquietud. ¿Culpables de qué?
Sobre un castillo cruzado está construido el Monasterio.
De “severo castigo” habló el Primer Ministro Benjamín Netanyahu. Las promesas no hayan de quedar en baldío.
Señor Netanyahu; quienes se alegran de su prosperidad vienen a solicitar justicia. Los malos arreglos entre gentes de su mismo nacimiento son a estudiar y ponerles freno.
¡No hayan de pagar justos por pecadores!
De ello dependerá el ánimo o la desilusión de aquellos que incondicional les apoyan.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay