Señor Iñaki Badiola, ex presidente de la Real Sociedad, me dirijo a usted a título personal.
En primer lugar «gracias» por la ayuda que usted está ofreciendo al club con las acusaciones de dopaje que vertió en el diario AS sobre el mismo. Gracias a esta gran acción, el equipo tendrá que escuchar todo tipo de insultos haya donde vaya a jugar. El nombre de la Real Sociedad será conocido mundialmente gracias a sus acusaciones y, bajo mi punto de vista lo que es más grave, con el terremoto que acaba de generar entorno al club, la extraordinaria progresión de esta excepcional plantilla se puede ver afectada.
Para los que estamos adentrados en el mundo del fútbol, no es ningún secreto que ciertas manos negras hayan emprendido una cruzada contra el actual presidente de la Liga de Fútbol Profesional Jose Luis Astiazarán, ex presidente de la Real Sociedad, y que para ello están utilizando los medios de comunicación. No se si se ha dado cuenta, pero estos medios a su vez se están aprovechando de usted como monigote para así justificarse en su persona y tapar de esta manera la cruzada emprendida. Han acudido a usted sabedores de que le gusta el protagonismo y que con tal de que los focos apunten hacia usted, es capaz de hacer lo que sea.
Por otra parte, a mi modo de ver, usted no puede soportar que el actual presidente esté haciendo las cosas bien al frente del club y que gracias a ese trabajo los aficionados de Guipúzcoa se hayan olvidado de su figura. Cuando usted llego a la presidencia del equipo, todos, incluido yo mismo, pensábamos que iba a ser el salvador de aquella situación de crisis institucional en el que nos encontrábamos, pero nos equivocamos. Como dice el refrán «Dios ahoga pero no aprieta» y gracias a Dios apareció el actual presidente Jokin Aperribay. La cosa empezó a enderezarse hasta el día de hoy.
Menos mal que usted ama a la Real Sociedad, si llega a ser enemigo sería capaz de pedir la disolución de la entidad. Me da la impresión de que tenemos diferente concepto de lo que significa el verbo «amar», pues a mi jamás se me ocurriría acusar de esta manera al equipo de mis amores.
Señor Badiola, le pido, por favor, que rectifique en sus acusaciones, pida perdón e intente lavar la imagen del club, pues si no lo hace los guipuzcoanos no se lo van a perdonar.