Unos presupuesto de más recesión
Publicado por galdo-fonte, Posteado enOpinión
Lejos de tratarse de una disminución pasajera de la actividad económica, en este país, la recesión se eterniza con el paso del tiempo, y todo, como consecuencia del carácter consustancial de la misma con la defensa que el actual Ejecutivo del PP mantiene en relación a las políticas de austeridad, añadiendo a ello, la complicidad de hacer suyos los intereses particulares de los mercados financieros y la banca, objetivos, que a pesar de su perniciosa influencia, son maquillados con el engañoso afán de otorgarles condición de aparente utilidad para la reactivación económica, así como, excelencias repercutidas para supuesta ventaja del interés general.
Falsificadas e inconsistentes cualidades, pues si evidente fue el papel de la banca y los mercados financieros como principales causantes de la crisis, no es menos cierto, que la estricta austeridad no hizo mas que acrecentar la dimensión de la misma al impedir toda probabilidad de reactivación y crecimiento.
De ahí que, ante la prevalencia de tan embaucadores propósitos, solo quepa calificar como parodia las afirmaciones de acompañamiento realizadas por destacados miembros del Gobierno, cuando, sin reparo ni continencia, a viva voz, manifiestan que los Presupuestos Generales del Estado – (PGE 2014), marcan el fin de la recesión, el arranque de la reactivación económica y la demostración que las políticas del gobierno están dando sus frutos. Excesivo disparate para un solo titular, y además, muestra evidente que no solo sufrimos una crisis económica, sino que, también padecemos una crisis dirigente, la protagonizada por unos confabulados políticos, que faltos de todo remedio, prosiguen ahora con la frívola obsesión de invertir con falsedades la realidad de una compleja situación.
Sumidos en el periodo mas crítico de la historia reciente, cuando despuésde las drásticas medidas de ajuste en la esfera social, correspondería darle una oportunidad a las políticas de crecimiento, lejos de versiones opuestas, el gobierno del Partido Popular (PP), mantiene su obstinación de proseguir con la reducción del gasto público y la profundización en el sistema neoliberal, y esa que no otra, es la verdadera interpretación que se desprende del proyecto de estas cuentas anuales, que para nada son expresivas de poder dejar atrás la recesión.
Resultando obligado confirmar que estamos ante un documento presupuestario en clave continuista, exento de cambios sustanciales, sin expresión innovadora, ni modelo conductor a la transformación económica; siendo su nota dominante el vacío de planteamientos alternativos a la crisis; condición indicativa que pone de manifiesto que este proyecto de presupuestos, sin establecer solución alguna a la problemática actual, si recalca la gravedad de un futuro poco esperanzador, y eso es así, por mas difusión que prediquen esos iluminados que contra la dominante oscuridad anuncian percibir luz al final del túnel.
Suprimiendo toda proclama publicitaria de apología a la confusión, es manifiesto que, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2014, en lo que al aspecto de la economía productiva se refiere, no establece contención a la evolución de la crisis, y tal carencia es sin duda el mayor freno para la reactivación y la generación de empleo; aspecto agravado en mayor medida, al ignorar en su contenido la obligada transformación que precisa el modelo productivo, como imprescindible remedio para cimentar un renovado y alternativo modelo de desarrollo; carencia acrecentada con la desatención a las necesidades en I+D+i civil, cuya consideración resulta inevitable, para lograr la necesaria correlación entre el posicionamiento competitivo y el impulso a la innovación.
Habiendo de acumular a lo anterior, la total carencia de medidas para la estimulación del crédito, cuya fluidez, es imprescindible para alentar el crecimiento sostenible; al igual, que para la pervivencia y estabilidad del las pymes y autónomos que conforman la hoy debilitada estructura productiva.
Singular limitación, máxime, cuando actualmente es el propio Gobierno quien ostenta la propiedad de la tercera parte de todo el sistema financiero del país.
De ahí que aparte de no merecer ni la mínima credibilidad, resulte un completo contrasentido definir como presupuestos de la «recuperación», aquellos que además de seguir ahondando en los recortes, cierran el circuito del crecimiento y la expansión.
Unos presupuestos como los presentes, que llevan impreso el marchamo de la economía especulativa en su portada y la letra de los mercados financieros y la banca en su redacción, obviamente, no contienen directivas de estimulo para recuperar la función social de la economía, pero si impulsos a las políticas de austeridad que defiende el Partido Popular (PP) y que tan buenos resultados depara a sus protegidos, que en síntesis no son otros que los verdaderos instigadores de la situación.