Me gustaría felicitar la gran labor policial que hacen cada día estos hombre y mujeres funcionarios para que los ciudadanos de este país podamos estar un poco más tranquilos.

Estoy harta de ver como a la más mínima que se puede se les tacha de intolerantes y de que se toman la justicia por su mano.

Tenemos que recordar que somos humanos y como humanos se cometen errores.

Si en una manifestación tiran pelotas de gomas para dispensarlos, solo se ve una parte, es decir, al policía lanzando la pelota o dando con la porra al “gentil ciudadano”, pero nunca se ve como ese mismo policía les estaba avisando al “gentil ciudadano” que se fuera ya que todo había terminado, tampoco se ve como al policía ese mismo “gentil ciudadano” le tira piedras, ladrillos, le pega, le insulta, se mete con su familia, pero claro eso no es noticia.

Mostremos siempre las dos caras de la moneda, no solo una. Pero incluso yo voy más allá, el policía tendría que tener más derechos que el propio delincuente.

Hoy en día el policía tiene que tener en cuenta como detiene, como trata al presunto culpable, porque a la más mínima la policía tiene las de perder.

Recordemos que gracias a ellos, violadores, estafadores, atracadores, traficantes, maltratadores… se encuentran fuera de las calles.

Gracias a ellos podemos tener más seguridad en las calles, pero también digo ¿hasta cuando? Porque son humanos y se cansan, y la verdad,  la única recompensa que tienen es cuando el ciudadano le da las gracias por haberlo ayudado en el accidente de trafico, por haberle ayudado a encontrar una dirección… y por muchas y muchas cosas que hacen que incluso se nos escapen de las manos…

La policía no solo pega y pone multas, está para ayudar al ciudadano y eso hacen cada día que se ponen el uniforme y hacen sus 8 o 12 horas de trabajos y eso cuando acaban a tiempo, porque ellos saben cuando empiezan pero muchas veces no saben cuando acaban, por que no dejan nunca su trabajo a medias, ya que dejar su trabajo a medias es decirle al ciudadano, “hay te quedas con tu problema que mi hora laboral ya ha terminado”.

Gracias por tenerlos, ojalá trabajaran menos, porque eso significaría que el ciudadano sería más tolerante, comprensible y sobre todo mejor persona.

Judit Plata Rodríguez