(Del Libro. ESPAÑA. Cada Mochuelo a su “cazo”)

Da por finalizado el primer mes del 2014  llevando por doble aniversario aquel 23 de enero de 2012 cuando la “natural” Viceconsejera  de Asistencia Sanitaria madrileña (entonces)  fuera tema de artículo; en Diario Médico.

Hay quien lo tachó de escupitajo.  Para con aquellas personas que no han pedido ser enfermos crónicos.

Otros dijeron que ello venía de la falta de sensibilidad de dicha persona.

Y algún otro…

Dejó caer… Como poco afortunadas sus palabras.

Por aquel entonces de primera dama en la Comunidad de Madrid se encontraba Doña Esperanza Aguirre y de tocado el Partido Popular.

He aquí la preguntita que se las trae…

¿Tiene sentido que un enfermo crónico viva gratis del sistema?

Lo que no tiene sentido es que la señora Flores (si aún conserva su puesto o parejo) esté viviendo de lo que retraen a los españoles de su rendimiento.  ¿Ha pensado Usted Señora Flores; que hoy se puede estar como una flor y mañana…?

Nada cae en olvido. Lo mal planificado. Lo absurdo. La malversación. La crítica destructiva… Duerme unos meses y sale en aniversario.

¿Cómo olvidar que más de un enfermo crónico con pocos recursos ha podido dejar de comprar sus medicamentos por no poder satisfacer «su copago» con la paupérrima pensión que le viene asignada?.

Eso también es mérito del actual Gobierno que en Presidente conocido es Don Mariano Rajoy. Una posibilidad quizás meditada desde las esferas; en cómo avanzar el deceso.

Dábamos por hecho que eso era de los nazis.

A tenor de su sabiduría la Señora Flores embiste contra quienes antes cotizaron.  En buzón… A los pensionistas les comunican que van a recibir de propina un euro y pocos céntimos de retrasos. 2014.

Papel. Tinta y correo pagados. De la carta en anuncio suculento. La Administración como poco…, ha pagado el triple.

Escuché con atención a un periodista decir que los políticos duermen en su propia mentira; creyéndose imprescindibles.

Son prescindibles. Y al igual que el mar dormido en su despertar puede con el rompeolas el ciudadano vomita sobre quien no le representa.

Señora Flores…

Un precioso apellido. Pero ciertamente que le va mejor “cardo”.

¡Santé!

Carmen Amigó y Pérez-Mongay

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