(Del Libro “ESPAÑA. Melones y Cucurbitáceas”)
Don Javier Nart Peñalver a su haber prolijo de Abogado. Ex-Político. Ex-Corresponsal de guerra. Escritor. Añade de años ser contertulio en diferentes Programas de Radio y Televisión.
La actualidad no siempre defendida por los asiduos dio ayer un respiro con la participación del Señor Nart que dejó en carretera a su compañera a la que saliéndole humo contradecía en casi todo.
¡Por una vez…! Gibraltar.
Del Peñón vendría a ser descubierto por el Señor Nart el intríngulis que viene dándose a costa y en costa española.
La recogida de basuras. La electricidad. ¿Y qué más…?
Son las estructuras a cargo de la administración española las que están al servicio de Gibraltar. Antes de ayer nos llegaba al oído que los Hospitales de los que se servían ingleses de Gibraltar; eran los españoles.
¡Convenios fuera!
El mantenimiento tiene un coste que no tiene porque correr a expensas españolas. Que se procuren los gibraltareños súbditos de S.M. inglesa sus propias estructuras y apechugar les toca con los gastos que conlleva.
En pizarra quedó claro como el buen vino (del que se queja que no va a vender el Presidente del Consejo regulador D.O Rioja el Señor Lecea a Inglaterra por el conflicto entre España y Gibraltar siendo unos más en lista de los que espabilan su cuenta bancaria a costa de que España sea machacada). Y en pantalla… El inglés de turno. Dueño de Vinoteca. Que se presenta para insumiso de la venta del Rioja. Quedó más que claro Señor Ministro del Reino de España…
Que Gibraltar es un paraíso fiscal. ¿O si no que esperan para poner a la misma proporción los Impuestos e IVA en España?
Cabezas que hoy están en tela de juicio han sido y son colaboradores interesados en los bancos del Peñón (aunque no todos los que se acercaron fueron admitidos).
Den al Cesar lo que es del Cesar: el estricto Peñón. Y a España el Derecho a defender lo que le pertenece. A sabiendas de que el Gobierno elegido no es sino la apuesta mayoritaria de los españoles.
Señor Nart su despedida ayer y puntualización en programa resultó convincente.
Carmen Amigó y Pérez-Mongay