La Infanta Cristina en Ginebra. Por trabajo. Con un sueldo al parecer que pasó de ciento sesenta y dos mil trescientos sesenta euros en 2010 a trescientos diecinueve mil doscientos noventa y ocho euros. Revisables. ¡Nada tiene que ver con el sueldo mínimo!

Ahora resulta que en su nuevo paraíso (para aquellos que tienen sus ahorros en la Caixa) esta entidad sufragaría la estancia y “École” así como España Nación le enviaría… ¿Qué le enviaría…?

Como cualquier mujer española divorciada. Separada. Alejada. O recibe la manutención para sus hijos del ex conyugue; o dado que ella tienen tan apetecible trabajo es cuestión de organizarse. El problema se suscita cuando la mujer se encuentra sin bienes ni trabajo.

La vergüenza. ¡Lo corrompido es tanto en España! Tomando por tonto al parado. Al sin empleo. A la mujer que ve como el estado se desentiende recortándole mejoras sociales.

¿Y las feministas esas que pregonan por la igualdad de la Mujer donde se parapetan?

Como su Majestad el Rey dijo todo Español tiene el mismo Deber y Derecho la pena es que ante tanta desigualdad uno se pregunta de qué lado estaba mirando el discurso.

Hace tiempo que el español sano; no comulga con ruedas de molino.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay