Mi querido amigo.

Mi querido hermano Paco.

Nuestros amigos Enrique y Eugenio me dan la fatídica noticia de tu fallecimiento, casi en el mismo momento de tu sepelio en tu tierra natal de Río Tinto (Huelva).

Hundido en la emoción y salpicando de lágrimas el teclado de mi ordenador, quiero decirte un hasta pronto, pero sobre todo, quiero decirte: GRACIAS, Paco.

Las primeras veces en la vida de una persona, suelen marcarla para toda la vida.

Y yo tuve la enorme suerte de que en mi primer trabajo de mi primer banco (Banco de Andalucía) tú fueras mi jefe, mi maestro, pero sobre todo, mi gran amigo.

Han pasado 36 años desde entonces y ni la distancia, ni el tiempo, ni las circunstancias de cada uno, ni la falta de comunicación por tanto traslado; han mermado en ningún momento nuestra amistad, ni el que yo siguiera formando parte de tu familia y tú de la mía.

Fuiste tan bueno en todo, con todos, que hasta tu único defecto fue el de ser una buena persona.

Ya tengo más amigos allí, que aquí, y por edad, más pronto que tarde, volveremos a vernos.

Mientras, Paco,  te recordaremos todos los días como si todavía estuvieras con nosotros.

No te quepa la menor duda.

Un fuerte abrazo, hermano Paco.

Rafael Bueno.

Córdoba.