Fene y la trama Vendex
Publicado por galdo-fonte, Posteado enOpinión
Pudiera haber sucedido en cualquier otro lugar, pero como las desgracias nunca vienen solas, una vez más, el nuevo escándalo del día tiene que ocurrir en el ayuntamiento de hazmerreír.
Si, justamente ahí, el del cachondeo del naval; en ese municipio que al igual que tiene un astillero para no hacer barcos, por idéntica contradicción, ante un acto delictivo, en vez de proceder acorde a disciplina legal, se dedican a colgar el marco legislativo en las paredes de la casa consistorial, y estas sincrónicas incongruencias tan solo se pueden reunir en el coruñés término municipal de Fene, donde por circunstancias sobrevenidas, sin riesgo a error, se puede afirmar que tanto lo endógeno como lo exógeno van de la mano y circulan en idéntica dirección.
Viene a cuento esta introducción en razón a la actualidad desatada por la trama corrupta de la operación “Pokémon”, y en concreto, por la implicación como protagonista en el tinglado del presidente de la mercantil Vendex, quien a la hora de la verdad resulta ser también el promotor en cubierto de la quiebra empresarial de la fábrica Rubber con radicación en esa localidad.
Una turbulenta actuación que para público conocimiento en el año 2002 fuera declarada judicialmente fraudulenta, sin que al parecer, tan polémicos antecedentes resultaran óbice ni cortapisa para que este transgresor profesional siguiera su desenfreno mercantil, extendiendo sus malas artes al espacio de la administración pública, para cuyo acceso y finalidad contó con el cómplice beneplácito de unos delincuentes comunes, eso si, revestidos con credencial político – institucional.
Para conocer el alcance colateral de aquella quiebra simulada y su afección en el ámbito de la localidad, no solo se debe traer a colación la transparencia repercutida de los perjuicios laborales, sino también, la opacidad e inhibición institucional mantenida en la esfera medioambiental.
Pues contrariamente a la dejadez sostenida por la Administración, cuando en octubre del año 2000, el facineroso instigador presentaba ante el juzgado de guardia de Ferrol una solicitud de quiebra para proceder a la liquidación de la planta fabril, al día siguiente de estos hechos, no mas tardar, era obligado que en concurrencia el conjunto de organismos con competencia en materia procedieran coordinadamente con la finalidad de incoar el procedente expediente por delito ecológico; toda vez que con aquel trámite dirigido a lapidar la actividad industrial, el acopio de neumáticos existentes en la planta destinados al recauchutado, con tal acción suspensiva, toda esa provisión de material se trasformó de facto en un vertedero ilegal.
Pero lo que tenía que haber sido no fue, y la pasividad interventora derivó en un serio problema medioambiental que pasados 14 años por acumulada negligencia e implicación política de todo signo, hizo que el recinto de la antigua planta de recauchutados Rubber, sea al día de hoy el mas peligroso depósito de neumáticos de toda la geografía gallega.
Decir al efecto, que actualmente en ese emplazamiento se depositan alrededor de 60.000 toneladas de neumáticos abandonados, o lo que es lo mismo 5 millones de ruedas desechadas, apiladas en una zona de 5700 m2, y a escaso medio kilómetro de la zona urbana, que además del la afección por impacto paisajístico, la degradación química parcial de ese material pone en grave riesgo la estabilidad de los recursos naturales de la zona. afectando lesivamente al suelo, el subsuelo, y a la totalidad del medio hidrobiológico.
Habiendo de añadir a ello que por ubicación anexa a una frondosa masa forestal , un supuesto incendio obligaría a la total evacuación del vecindario de la localidad, por cuanto la nube tóxica de combustión de las llantas almacenadas sería altamente peligrosa para la salud humana al causar afección al sistema respiratorio, ahogos inmediatos, insuficiencia cardíaca, asma y hasta cáncer pulmonar.
Pasado el tiempo y persistida tan alarmante situación, los hechos vienen a corroborar que desde los distintos organismos y escalafones de la administración, en vez de exigir y vigilar el cumplimiento de la ley, por omisión de atribuciones y al no hacer pagar a los culpables, la propia dirección política se convirtió en responsable directa de la comisión de un delito ecológico de primera magnitud, que al margen de la obligada rendición de cuentas y expurga por responsabilidades, exige en primer término y sin mas dilación su reconducción en aras a alcanzar la urgente erradicación de tan dañina realidad.
Solución que por la compleja titularidad jurídica del espacio de radicación y el elevado coste de eliminación, debiera ser afrontada y sufragada conjuntamente por las Administraciones de confluencia, con reversión de costes diferida a la órbita de la trama Vendex como causante de tan delictiva situación.