En este país de países llamado España, la investigación científica debe estar orientada, si o si, a satisfacer el criterio impuesto por el poder científico y el político. El uno se alimenta del otro. Si el resultado de una investigación científica no cumple con los intereses y “expectativas” políticas, los poderes científicos rechazan cualquier posibilidad de considerarla. No importa si las conclusiones son o no relevantes o trascendentes para la humanidad, lo que importa, y se gratifica generosamente, es que las nuevas teorías, por muy absurdas que estas sean, confirmen el origen azaroso del Universo, la consiguiente inexistencia de Dios y el origen bestial de la humanidad. ¿Por qué? Porque los falsos poderes políticos, económicos y religiosos se sustentan o “cuelgan” de las falsedades científicas. De otro modo, las “franquicias” políticas y económicas internacionales, con sede central en Estados Unidos, se vendrían abajo ante la fuerza imparable y arrolladora de la verdad científica.

Todo comenzó hace unos treinta siglos con “sabios” que vivían inmersos en una cultura idólatra y pagana donde idearon y establecieron un modelo planetario basándose en la inmovilidad orbital aparente de las estrellas. Dicho error de la antigüedad se volvió a considerar en el siglo XVI -y aun persiste la misma consideración- por otro “sabio” de origen polaco al que veneran todos los adoctrinados de la falsa ciencia. Comenzó, entonces, a levantarse el moderno edificio de las falsedades científicas lleno de herrumbre en su interior pero con su exterior iluminado con llamativas luces de neón a cuyo edificio llamaron “ciencia”. Los hijos de la “ilustración”, compuesto en su mayoría por intelectuales ciegos, colaboraron a levantarlo y a sostenerlo comenzando así el adoctrinamiento cultural y social y obligando al mundo a creer en sus teorías carentes de un mínimo sentido común. Modelo cosmológico y teorías históricas modernas que han sido clara y rotundamente refutadas desde hace ya una década. Refutación demostrada que ningún poder, experto o institución desea tomar en consideración por dos razones: 1) el autor de la nueva teoría universal se confiesa cristiano y consideran, claro está, “invalidado” el resultado de la investigación. En otras palabras, los “ínclitos” necios consideran que la investigación realizada por un ateo cuenta con mayor fiabilidad que la realizada por un creyente. Como si los creyentes no supiesen razonar o concluir que 2+2 = 4, o que 5^2= 25. Este pensamiento esquizofrénico es el que está gobernando el mundo del Conocimiento y el que impide que la humanidad conozca la realidad objetiva y razonada de las cosas, y 2) los poderes científicos y políticos consideran que las conclusiones de la investigación llevada a cabo por este autor resultan “Altamente peligrosas” para la estabilidad del sistema internacional basado en el engaño, la manipulación y la esclavitud humana. Y no les falta razón…

Y así, siglo tras siglo, las sucesivas generaciones humanas hemos llegado al siglo XXI en el que se pondrá fin a tanto fraude y engaño. Y no crean que exagero. La sociedad está siendo engañada conscientemente porque la Asociación Astronómica Internacional dispone de elementos o pruebas objetivas (fotografías) que demuestran la falsedad de sus propios postulados y enunciados sobre la naturaleza de las estrellas «lejanas». Hace cinco años cometieron el «error» de hacer públicas las fotografías de dos estrellas conocidas que ponían de manifiesto que dichas estrellas son de naturaleza planetaria y no astros solares. El director del equipo científico que consiguió dichas imágenes fotográficas expresó en una entrevista que el equipo continuaría obteniendo fotografías de otras estrellas… A día de hoy, cinco años después de publicarse dichas imágenes fotográficas, no se han vuelto a publicar imágenes obtenidas de otras estrellas. ¿Cuál es la razón de mantener ese «silencio fotográfico»? ¿Acaso no serían pruebas objetivas con la suficiente entidad para reafirmar las teorías cosmológicas modernas? La razón del «carpetazo» al proyecto científico es obvia: el vacío informativo sobre este tema confirma que se pretende ocultar a la sociedad información valiosa. Información que la Asociación Astronómica Internacional y los poderes políticos han optado por ocultarla para continuar «mareando la perdiz» manteniendo el engaño cosmológico histórico.

Es más, para evitar cualquier signo de duda sobre la fiabilidad de los postulados cosmológicos, los medios puestos a disposición de las instituciones científicas “inyectan” diariamente en los hogares fuertes dosis de falsedades cosmológicas mediante documentales «científicos», con la colaboración de personajes «ilustres», para mantener en pie lo que amenaza con una próxima e inevitable ruina. Y si la humanidad permanece impasible ante el pensamiento uniformado que impone la dictadura científica, la humanidad acabará –en realidad ya lo está siendo- vejada y sometida totalmente a los poderes económicos y políticos.

Con la crisis internacional, la humanidad se queja de estar siendo víctima de intereses políticos y económicos, ignorando por completo que quien dirige la batuta de los poderosos, es la falsa ciencia que con su poder sobre las conciencias ha conseguido confundir a los hombres, a los pueblos y a las naciones. No es de extrañar, pues, que muchos profesionales de la información viertan en sus artículos periodísticos, un día si y el otro también, innumerables tonterías sobre ciencia dignas de ser expuestas, algún día, en el Museo de las Estupideces. Hablan mucho de lo que nada conocen. Es el resultado de creerse «intelectuales» de la ignorancia, de aplicar los prejuicios y de colaborar con las falsedades científicas establecidas… Y se creen libres.

El futuro no depende de nadie más que de nosotros, que no podemos quedarnos dormidos en la queja victimista, ni seguir pensando que son otros los que tienen que resolver nuestros problemas.
Hay que ir cambiando esa mentalidad (y yo el primero) y abrir camino a los nuevos paradigmas, tanto en la Enseñanza, como en Salud, Trabajo…
Y empezar a sustituir la competitividad actual, que está basada en el miedo y la «conciencia de escasez», y que nos han dicho aquellos a quienes interesa que pensemos así que es «buena», por una consciencia de nuestro propio valor (autoconocimiento y sanación emocional), de respeto y colaboración natural e inteligente para el bien de todos: el «bien común».

EMPRENDEDORES

Son las 13,00 h. estoy en un bar de Bermeo, tomándome un txakolí y leyendo titulares de prensa. Al otro lado de la barra la conversación de unos conocidos es; un joven al que yo no conozco, mis conocidos sí, les ha dejado una tarjeta. El joven, después de varios años en paro sin trabajar y sin cobrar un duro, ha puesto su tiempo y su coche monovolumen al servicio del público. El servicio es simple; el acompaña a ancianos o quien lo necesite al médico, hacer gestiones, etc… Si vas de fiesta con amigos, el os lleva y os trae, para poder disfrutar de la fiesta sin preocupaciones. El joven trabajador ha dejado su tarjeta con su número de teléfono y una Web, donde están colgadas las tarifas y los servicios que ofrece. En la discusión con mis conocidos, uno a gritos dice: “¡Es ilegal, está trabajando ilegal, es un pirata, no paga impuestos!”.

Ahora, yo paso a ser defensor de este joven, en contra, tengo un par de acérrimos legalistas del sistema.

Mis argumentos:

Este joven para ser legal que tiene que hacer; pagar el IAE, declarar IVA, IRPF, AUTONOMOS, una amalgama de impuestos, mas los gastos por gestionar los mismos. ¿Acaso este joven no paga ya el seguros del vehiculo, para el y sus ocupantes; no paga el impuesto de circulación, no paga el impuesto de hidrocarburos, el IVA de lo que consume diariamente, etc etc…? ¿El pagar los impuestos arriba descritos ya harían rentable su idea? ¿Quién concede la legalidad? ¿Qué es legal? ¿Los verdaderos piratas no son acaso los secretarios y consejeros? Todos nombrados a dedo con sueldos que superan los sesenta mil euros, todos viviendo a cuenta del trabajo de este joven y de otros muchos ingeniosos jóvenes como éste.

Alvaro Villa Rey

¿Quién ha pasado y se ha quedado en retina con la E y la S del cartel?.

Una E que deduces quiere decir España; pero que te lleva también a ver en ella coronando… la pasta de dientes cuando se deposita en el cepillo.

Entrada de lugar. Pueblo. Ciudad. No se privan de esta propaganda. Y además se mueren en el tiempo colocados.

De refilón esos cartelones donde el Gobierno de España del momento; hace llegar a los ciudadanos. “OBRA FINANCIADA POR EL GOBIERNO DE ESPAÑA”. Luego aparece el nombre de la localidad. El nombre del Contratista. Denominación del Proyecto. Presupuesto. A continuación.… “PLAZO DE EJECUCIÓN.

Tras la línea de separación un punto (que no coma) y las E  S   pasando seguido a aclarar Economía Sostenible.

En letra hermosota en mayúsculas ”FONDO ESTATAL PARA EL EMPLEO Y LA SOSTENIBILIDAD LOCAL” hacen la siguiente.

En bajo…,  el Escudo del Gobierno de España y Ministerio.

Para el momento de la foto Dos. ¡Buen número!

La pareja de empleados con sonrisa que gustan de la pose. Y la harán circular en Revista o Tríptico.

Presupuesto de una Obra… 973 euros.

En un punto de España que mejor ignorar; pues sería para presentarse en el Ayuntamiento y llamarles… (Decídanse por lo que gusten).

Trabajo a realizar: Cambio de tres farolas. 3 farolas.

Plazo de Ejecución tres meses. 3 meses. Tómenselo con calma.

Y ahora viene lo que tima: Precio del cartelito… 2.700 euros. Dos mil setecientos euros.

Cambiemos de Continente.

Japón tierra de grandes catástrofes dado la posibilidad y acción de terremotos el 11 de marzo de 2011 (el número once se repite en maldito) el terremoto y el tsunami de ello resultante dejaron trece mil personas desaparecidas y cerca de nueve mil personas con constancia de fallecidas.

Las Vidas no se recuperan. Los pueblos Sí. Así quedaron carreteras que en seis días de trabajo repusieron a la actividad para la que fueron concebidas.

¡Seis días!

¿Acaso no es vergonzoso enarbolar en España carteles donde la realidad es que la única Obra es la del dispendio?

Carmen Amigó y Pérez-Mongay

Se ve venir, vamos a asistir en los próximos años a un auténtico «terremoto». Porque no vamos a callarnos ya por miedo. Es inaplazable coger al toro por los cuernos de los graves problemas que tenemos, generados por nuestra forma de vivir disfuncional en lo personal, familiar, laboral, etc…
1.- Hay que tomar la responsabilidad de ayudar a formarse íntegramente a nuestros hijos para que puedan ser libres, y no meras máquinas. Y empezar cada cual a gestionar con más inteligencia su formación, su salud, su actividad física e intelectual… Deberemos también aprender y enseñar a respetarnos en nuestra individualidad, y poder ser así auténticamente inter-dependientes. Esto requiere un compromiso de todos (padres, educadores. medios de comunicación y sociedad) para ayudar en la formación de nuestr@s niñ@s, enseñándoles a quererse y respetarse.
2.- Estamos obligados a abandonar la competitividad consagrada por este Sistema, y dejar de servir a ese «grupo selecto» que provoca las guerras, acumula el dinero y los bienes materiales de la práctica totalidad de habitantes de la Tierra, y que pretenden mantenernos inconscientes (han pretendido, que ahora igual nos lo intentan imponer, sin más) de su flagrante manipulación.
3.- En vez de servirlos, y servir a la egolatría instaurada en nuestras sociedades, deberemos hacernos muy conscientes de la necesidad de colaborar y ayudarnos entre todos, sirviendo antes a las necesidades básicas que a la megalomanía de nuestros dirigentes títere.
4.- Pero, sobre todo, debemos ser conscientes de la necesidad, y de lo que ello implica, una mayor autogestión responsable, para no cargar a otros de lo que es nuestra responsabilidad, que por otra parte tan bien nos sienta asumirla.
Todo esto y dejar de obedecer al dictado del actual Sistema de dominación va a suponer un auténtico terremoto social. Esto, claro, si no queremos caminar hacia una mayor desetructuración social, familiar y personal de tal calibre que no quisiera ni imaginármela.
Es un ellos, y su inconsciencia manifiesta, o nosotros y nuestra progresiva liberación.