Eulogio López, en el diario la Hispanidad, precisa que la Princesa de Asturias, doña Letizia Ortiz Rocasolano, ordenó al Colegio Los Rosales, donde cursan estudios sus hijas, que las Infantas Leonor y Sofía no reciban clases de Religión ni ninguna otra actividad de formación Católica; en este tema se ha manifestado rotundamente en contra; sin embargo no ha creado problemas con el currículo extraordinario de la Infanta Leonor, que cursa actividades, también extraordinarias, como por ejemplo:  historia de los Borbones o ballet.

Entre los profesores del colegio de los Rosales de Madrid, colegio en el que estudió también el Príncipe Felipe, hay gran malestar pues parece ser que la Princesa Letizia está continuamente dando indicaciones respecto de la educación de sus hijas y fundamentalmente en este tema.

Ante ello parece ser que los profesores están evitando dar clase a las Infantas.

No parece ser esto un buen presagio para la futura Monarquía, teniendo en cuenta que la Monarquía Española tiene desde hace siglos una Tradición Católica innegable e indiscutible.

Por ejemplo Sofía siendo de otro rito se casó primero por su rito y después por el rito católico en la Catedral Católica de Atenas con el futuro Rey Juan Carlos I y cuando tomaron posesión de su cargo de Reyes, asistieron a una Misa en la Iglesia de los Jerónimos de Madrid; Misa que celebró el cardenal Tarancón, conocido por su aportación valiosa a la Transición Española.

Visita de los Príncipes al Papa Francisco

La Princesa Letizia ya dio indicios de su agnosticismo o ateísmo cuando se casó por lo civil en Almendralejo en su primer matrimonio con Alonso Guerrero su Profesor de lengua.

Aquello quedó atrás, pero ahora nos volvemos a encontrar con la misma realidad en lo relativo a la educación de sus hijas y de entre ellas: Leonor, la futura Reina de España; lo cual quiere decir que la realidad entonces no fue una casualidad sino una evidencia de que la Princesa Letizia tiene sus raíces bien ancladas en su actitud contra la religión y que ello está claro que marcara el futuro de la Monarquía.

Pero igual que la Monarquía elige su camino de agnosticismos o al menos le echa un pulso serio a la religión católica; los católicos igualmente tenemos que tomar una actitud crítica para no creer lo que no es, pues en esto como en otras muchas cosas en la actualidad: en política, en el mundo laboral, en vida social, en finanzas y en lo cultural, hay quien: “sabe hábilmente nadar y guardar la ropa” y puede ser que la proclamen dentro de unos días Reina de España, se lleve su millonaria “dote” monárquica y después haga un diseño de España más apropiado y cercano a lo que nosotros consideramos: “República”.

Consideró que de seguir así las cosas, y espero equivocarme, en lo sucesivo viviremos en España una Monarquía al servicio de ideales republicanos y la futura Reina Letizia desde su trono y con los medios que le proporcionara la acaudalada monarquía colaborará a construir una España: “Atea, republicana y liberal” y muy lejos de los ideales de muchos de los que hoy defendemos: la Monarquía y a los Monarcas, y de entre ellos a ella.