La Diócesis de Córdoba es titular del templo desde el 23 de noviembre de 1236, cuando el rey Fernando III, en la reconquista cristiana de la ciudad, le entregó el edificio al obispo. «Fue consagrada en aquel mismo día de San Clemente por el obispo de Osma, Juan Domínguez»
Indiscutiblemente se ve la evidencia de que lo referente a la Mezquita Catedral de Córdoba y su apropiación por parte de la Junta de Andalucía es un hecho que en primer lugar lo que parece ser que pretende es desviar la atención de los andaluces en especial y de los españoles en general sobre el tema de los ERES, para lo cual hay que buscar un tema alternativo que de qué hablar y que cree polémica para que de esta manera una vez más nos olvidemos de la corrupción política andaluza, abanderada por líderes: sindicales, políticos y sociales.
La antigua Mezquita omeya, fue emplazada sobre el solar que ocupaba la Basílica de San Vicente Mártir, el principal templo cristiano de la ciudad edificada probablemente a mediados del siglo VI. Todo eso fue destruido por la invasión musulmana y allí se puso la Mezquita
No creo que nuestros gobernantes estén muy preocupados porque allí recen o no recen los musulmanes y por crear un habitat interreligioso e intercultural, tampoco pienso que opinen que la propiedad es de los musulmanes y que se lo van a devolver, entiendo que el motivo, en todo caso y además del anterior, es exclusivamente el de adquirir patrimonio para un mayor enriquecimiento de los dirigentes que nos gobiernan y de su entorno.
Bajo dominación visigoda se construyó en este mismo solar la basílica de San Vicente, sobre la que se edificó, tras el pago de parte del solar, la primitiva mezquita. Esta basílica, de planta rectangular fue compartida por los cristianos y musulmanes durante un tiempo. Cuando la población musulmana fue creciendo, la basílica fue adquirida totalmente por Abderraman I y destruida para la definitiva construcción de la primera Mezquita Alhama o principal de la ciudad.
Consideró que la cuestión relativa a la pertenencia de la propiedad de la Mezquita Catedral de Córdoba es evidente, pues la historia de España habla por sí misma y uno puede ser de izquierdas o de derechas pero no “tonto”, ni tampoco puede adecuar a su beneficio la historia por mucho interés que ponga; aunque en España últimamente todo es posible; con la verborrea que les da el poder muchos políticos lo blanco lo llaman negro y, sea o no sea, así queda rubricado en el parlamento.
Para el bien de la Memoria Histórica también hay que recordar que hace más o menos 80 años a manos de unos desalmados se destruyeron propiedades y enseres de la Iglesia católica en Andalucía. Esa destrucción produjo que piezas de arte de alto valor monumental e histórico se perdieran debido a las directrices recibidas de muchos abanderados de una doctrina que para su puesta en marcha necesitaban aniquilar a la Iglesia, bajo las siglas del marxismo y de la república se cometieron graves atropellos y se mataron a muchas personas, no por conseguir la libertad de España, sino para dejar España en manos de una doctrina y de un régimen totalitario encabezado por la URS: Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Por favor yo, que soy un andaluz nacido en Andújar provincia de Jaén, les pediría que dejaran de polemizar sobre cuestiones obvias y de patrimonio ¿es que no tienen bastante con lo que ya tienen? O es qué piensan hacer del poder un mercadillo de usureros y avariciosos.
Lo que necesita Andalucía no es enredar con este tipo de problemas; lo que necesita Andalucía son políticos honestos, preocupados por crear puestos de trabajo para todos, para que dé esta manera todos podamos vivir en paz y concordia; y además sólo así conseguiremos que los jóvenes no tengan que salir de Andalucía, ni de España buscando un trabajo para poder llevar una vida honrada y dignamente.
Qué pena que mientras que ustedes se defienden aclarando si son o no corruptos, el pueblo siga hundiéndose desesperadamente sin encontrar una salida a su precaria situación. Muchos de los políticos que actualmente ocupan o han ocupado cargos en Andalucía tienen menos dignidad que los terratenientes andaluces que según ustedes, y ciertamente en algunos casos fue así, dejaron Andalucía hundida en la miseria.
Y para finalizar un ruego: “honestidad, coherencia, transparencia, lealtad, dignidad y lucha permanente para mejorar nuestra querida y estimada tierra andaluza”.
Y que ese Dios, que como Señor de cielos y tierra, reside en la Mezquita Catedral de Córdoba, y en el que yo creo firmemente, los proteja y les haga, si es necesario, rectificar el rumbo.