Llama poderosamente la atencion que el gobierno de turno hace casi 150 dias, ex nueva mayoría, se siente a negociar con la oposición sobre el acuerdo tributario; de mas esta decir que esto es a todas luces una falacia, lo cierto es que la nueva mayoría ya no lo es; no solamente ha perdido la mayoría en el congreso en su cámara alta sino que también en la opinión publica, atendidos los constantes desaciertos pretendidos en estos escuetos cuatro meses de gobierno referentes a las reformas pretendidas. esperemos que en lo sucesivo que el ejecutivo acondicione afortunadamente su sintonia con la opinión publica y con la Democracia Cristiana principalmente a objeto de seguir avanzando en favor de Chile.
Hace dos años, precisamente en febrero de 2012, se instauró una ley en nuestro país, Chile, llamada «Plan Estadio Seguro» que hasta el día de hoy se aplica en el fútbol profesional. Esta ley busca con acabar con la delincuencia, desórdenes y violencia dentro de los estadios. Hoy en día todos los chilenos sabemos que en estos últimos años la cantidad de delincuentes y desmanes ha incrementado tanto dentro como en los alrededores de los estadios, por lo que gran parte de las personas y familias asistentes a estos no pueden ingresar con la confianza ni la tranquilidad suficiente por miedo a lo ya mencionado anteriormente. Es por eso que se ha creado esta ley, sin embargo, no ha sido eficiente y no ha dado los resultados que todos hemos estado esperando, incluso implica descontento en los hinchas que en verdad se saben comportar como seres humanos, debido a que la ley prohíbe el ingreso de bombos y lienzos a los estadios, impidiendo a su vez la fiesta y disminuyendo el ánimo de los hinchas, características propias del fútbol latinoamericano. Creo que para acabar con la delincuencia se deben tomar medidas más estrictas, se debe buscar una manera de fiscalizar, asegurándose de que la gente no ingrese con drogas, alcohol u objetos que puedan agredir a los demás, tales como piedras, palos, etc; Además de vigilar dentro de los estadios e identificar quienes realmente hacen desmanes o se comportan de manera inadecuada para luego ser detenidos. Mientras estos aspectos no cambien, la delincuencia seguirá impidiendo que las familias puedan tener un día de diversión en los estadios. Si los ministros de esta ley no logran encontrar una verdadera solución, los «animales» seguirán con lo suyo y la gente cada vez más se animará menos en asistir a un partido de fútbol en los estadios. ¿La solución se encuentra en impedir el ingreso de bombos, o está en capturar a los cobardes delincuentes?
Daniel Cubillos Galaz
Estudiante de Tercero Medio, Colegio Alberto Pérez
Hoy en día hay muchas personas que alegan por la gran cantidad de comerciantes que se encuentran trabajando, vendiendo sus productos en las calles y tratando de sustentar a sus familias. Es cierto que es algo ilegal y que, como buenos ciudadanos, deberían sacar su permiso. Pero quiero hacer notar mi molestia por la falta de compromiso y apoyo que les dan los municipios a los vendedores ambulantes, ya que todas las municipalidades de Chile en la actualidad están capacitadas y cuentan con las herramientas necesarias para realizar distintos proyectos o actividades para ayudar a los ciudadanos y cumplir al fin y al cabo su obligación, que es ayudar y guiar a la comunidad.
Muchos trabajadores comerciantes muestran su descontento acerca de las pocas facilidades que les dan para poder tener un empleo respetable y por eso el gobierno debería hacerse cargo de esta problemática e implementar nuevos proyectos de emprendimiento para los comerciante que no tienen ningún otro ingreso, hacerse cargo y tomar iniciativa como lo hizo la municipalidad de Talcahuano en donde un total de 34 comerciantes después de años de trabajar en las calles de la ciudad a través de un proyecto impulsado por el municipio y la subsecretaria de prevención de delito, se les permitió formalizar su actividad y emprender sus negocios en una céntrica galería comercial.
Si se hicieran proyectos como éstos en todas las municipalidades de chile ¿cree usted estaríamos como lo estamos ahora? ¿Existiría incluso menos pobreza? Hay que tratar de hacer cambios en esta sociedad y tomar la iniciativa primero.
Allison Yañez Arzola, estudiante del colegio Alberto Pérez de Maipú.
Tras el anuncio del proyecto de la reforma tributaria algunos impuestos se “corregirán” para productos específicos que afectan negativamente al medio ambiente y a la salud de la gente. Se trata de las bebidas alcohólicas y azucaradas.
Este aumento de los impuestos afecta de forma negativa a los consumidores de estos productos y a los comerciantes, como por ejemplo los productores artesanales y en general a los agricultores más pequeños y vulnerables.
Según un análisis de Banchile, reconocida entidad financiera “este impuesto lo terminarán pagando tanto los consumidores como los productores”
Además esta alza conducirá a una disminución significativa de la demanda del producto en particular, por lo que no generará ingresos adicionales de impuestos para los gobiernos.
En el caso del pisco, Capel advirtió que el incremento en el tributo traerá duras consecuencias en las regiones de Atacama y Coquimbo, donde el empleo podría caer cerca del 20%.
Por estas razones estoy totalmente en contra a esta futura reforma tributaria ya que aunque se intente velar por la salud y bienestar público, ¿qué pasará con el bienestar de las personas afectadas?
Sofía Palma Carrasco, III °B Colegio Alberto Pérez, Maipú.
Últimamente Chile se ha visto afectado por muchos casos de discriminación sea en colegios, trabajos u otros, gran parte de estos terminando en problemas psicológicos y en casos extremos suicidios y/o asesinatos.
Según una consulta gubernamental extraída de la página “participacionciudadana.gob.cl” realizada a más de treinta mil personas, la gran mayoría se ha sentido discriminada más de una vez por su aspecto físico, ideología, orientación sexual, entre otros. Causando así altos niveles de discriminación en el país y una gran problemática en la sociedad chilena.
En torno al gobierno y las sanciones que este debe establecer, recién en el año 2012 tras siete años de tramitación, el ex Presidente Sebastián Piñera logró la promulgación de la ley N°20.609 más conocida como “Ley Zamudio” la cual establece medidas contra la discriminación. Todo esto ocurrido luego del ataque homofóbico hacía el mismo Daniel y la presión de la ciudadanía en manifestaciones públicas.
Con todo esto quiero expresar que la sociedad chilena presenta cada vez más intolerancia, y no se ve el avance esperado, al contrario solo se observa un gran retroceso en el pensamiento de la población. ¿Acaso es necesario que existan actos de mayor violencia para que la gente tome conciencia respecto al tema? En el país se deben aplicar las leyes correspondientes y hacer cumplir la justicia contra los que cometen discriminación ya que no queremos que Chile sea uno de los países con mayor índice de discriminación en Latinoamérica.
Los cambios actuales sobre el sistema de ingreso a las universidades han cambiado el enfoque de los preuniversitarios, los que antes se enfocaban exclusivamente en la prueba de selección universitaria (PSU), ahora comienzan con su reinvención por la parte académica, cambiando el rumbo hacia cursos para subir el ranking y las notas de enseñanza media.
Estos cambios han hecho que un gran número de jóvenes desde tercero medio e incluso en algunos casos desde segundo medio entren a estas instituciones para subir su promedio de notas, esto ha afectado el enfoque de los alumnos que en si se van a tomar más a la ligera la PSU, pero, los alumnos de notas inferiores al promedio tendrían menores posibilidades de entrar a la universidad, aunque los alumnos sobre el promedio tienen muchas más posibilidades de “relajarse” en la PSU, generando indignación en algunos alumnos que han mostrado su enojo en protestas y marchas, los que ahora eligen esforzarse en los cuatro años de educación media, dejando un poco de lado la importancia de la prueba de selección universitaria.
Todos estos hechos provocaron que los puntajes de corte en las universidades aumentaran haciendo que los alumnos se esfuerzan en subir sus promedios lo cual sería más fácil que dar una buena PSU, y por esta razón las instituciones preuniversitarias están tentando a los jóvenes con sus planes para aumentar el NEM y el ranking, y cada vez más jóvenes optan por esta alternativa, la que pronto se puede convertir en una opción muy viable para los alumnos de enseñanza media.
Los alumnos que acuden a los preuniversitarios no pueden solo asistir a ellos y simplemente con eso subir sus notas, deben poner de su esfuerzo, aun así siguen en las instituciones dando cursos enfocados en la PSU y los alumnos que toman estos cursos están demostrando que quieren tomar los cursos de refuerzo a la PSU.
Últimamente la evolución de la tecnología en torno a los teléfonos celulares ha aumentado significativamente. La mayoría de las personas incluyendo adultos y jóvenes tienen acceso a un celular, pero pocos aceptan tener adicción a este artefacto, mientras que el exceso y la adicción al celular es cada vez más dañino.
Los síntomas de dependencia a los teléfonos llegan a niveles cercanos a los que presenta un drogadicto, según un estudio realizado por la empresa Digital Lab, el 82% de las mujeres y el 69,8% de los hombres presentan un síntoma de estrés cuando su celular no funciona o se dañó la conexión a internet, esto genera el mal humor en las personas. La tecnología es muy útil y necesaria, pero no en exceso. Puede ser dañina solo si se convierte en una adicción, tanto así, que disminuye considerablemente los intercambios comunicacionales en persona reando una ilusión de estar muy comunicado cuando estamos más aislados que nunca. La persona adicta presenta un comportamiento obsesivo que afecta su entorno personal y afectivo, sino tienen el objeto de adicción se sienten aislados del mundo. ¿Realmente esto está bien para una sociedad? … A mi parecer deberíamos dejar el celular de lado y percatarnos que vivimos en una casa con nuestros padres y hermanos… muchos no lo han notado.
Tomás González Soto, III°medio, colegio Alberto Pérez, Maipú.
Hoy en día el fútbol ha alcanzado horizontes estratosféricos en el ámbito de popularidad y reconocimiento mundial. Sin embargo, si pensamos en el ámbito económico, podemos notar que llega a niveles críticos: muchas personas en sus vidas podrán ganar el dinero que se ha invertido para este mundial. Para Brasil, que sabemos es un país reconocido mundialmente por su gran pasión por el fútbol, la venida del mundial próximo tiene a la gente y población local muy enfurecida por las cifras extraordinarias que se utilizarán para este evento, pero por sobre todo que este dinero viene directamente del propio bolsillo de la gente, lo que genera un alza e inflación en los productos locales.
Es por eso que uno se pregunta, ¿un mundial es la mejor opción para un país?. Lo que ha provocado en Brasil es una clara muestra de abusos en ingresos y gastos para la población, Así lo demuestran las cifras, se gastaron 27.000 millones de reales en lo que va en la construcción en este mundial siendo que aún falta mucho para terminar este proceso en el cual se espera gastar aproximadamente 33.000 millones de reales, es decir, una cifra exorbitante considerando que en la educación anual de Brasil se gasta un monto cercano a los 38.000 millones de reales; osea, uno de los países con mayor población mundial se estaría quedando sin educación por un año completo con la realización de este mundial. La población no solo se molesta por eso, sino que el miedo al tener y contar con grandes colosos (estadios) con alto costo de mantenimiento y que estos sean frutos del alza de impuestos producida por el gobierno, al finalizar el mundial estos se conviertan en elefantes blancos (edificios sin ningún uso que se deteriora con el paso del tiempo) como es el caso de Manaos y Cuiabá.
En definitiva, un mundial al parecer genera más gastos que ingresos por eso uno se pregunta: ¿Si esto afectó a una potencia como Brasil, otro país más pequeño acabaría con un mayor daño en su sociedad?¿Sera el fin de los mundiales exageradamente costosos?.
Luciano Matias Moraga Espinosa.
Alumno colegio Alberto Pérez, Maipú.
A los estudiantes de hoy en día se les exige generalmente tener menos de dos promedios rojos para así poder pasar de curso. Los alumnos durante el año tiene pruebas, trabajos, disertaciones, informes, etc., por tanto, uno asumirá que no tiene mucho tiempo ya sea para dormir, tener un tiempo libre o simplemente relajarse y adicional a esto ellos están con la presión de que se tienen que sacar buenas notas para poder pasar de curso. La mayoría de las notas de los alumnos –por no decir el 100%- son las pruebas que ellos rinden. La gran importancia de ir al colegio es aprender, es expandir sus conocimientos pero: ¿las pruebas son realmente una medición para saber los conocimientos de los estudiantes?
Como se ha mencionado anteriormente los alumnos tienen muchas cosas por lo que la mayoría de ellos no estudia en su totalidad o lo que ha ellos les gustaría estudiar para una prueba; por esto los estudiantes en su gran mayoría estudian solo para sacarse buenas notas no para aprender más y así aumentar su conocimiento. Ellos no recuerdan la materia a largo plazo o dicho de otro modo aprenden solo para el momento.
Las pruebas son fijadas por el profesor por los obvios motivos de que un alumno no puede decidir cuando se sienta preparado para rendirla porque con todas las cosas que tienen que hacer y se les da a elegir ellos optarían por las últimas instancias y es una pena que ellos no elijan por ellos son los únicos que pueden decir cuando están preparados tanto física como psicológicamente y al no sentirse preparado se le agrega la presión y el estrés al alumno que se tiene que sacar una buena nota.
El aprendizaje de los alumnos depende obviamente de ellos, de que estudien en sus casas, que repasen la materia, etc., pero también depende gran parte de las formas de enseñanzas del profesor, las dinámicas en las clases, si logran entretener y a la vez captar la atención de los alumnos. Todos los colegios tienen profesores distintos ya que es imposible tener solo uno de cada materia para todo el país, por esto las pruebas dependen del profesor que las haga y del método de cada colegio para cada evaluación. A partir de eso concluyo que no se puede comparar un colegio con otro ya que las pruebas y, por lo tanto, los profesores no son los mismos.
Los trabajos, informes, pruebas y otras actividades extras del colegio agotan a los estudiantes como a cualquier ser humano y si uno está cansado no puede dar lo mejor de sí en cada cosa que se realiza entonces: ¿las pruebas son realmente una medición para saber los conocimientos de los estudiantes?
Es una verdad reconocida que el sueldo de los parlamentarios está sobrevalorado, sin embargo, nadie había intentado cambiar esta situación hasta hace un tiempo atrás cuando fue presentado el proyecto de Reforma Constitucional que modifica el artículo 62 de la Constitución política de la República referente a la dieta parlamentaria, esto fue propuesto por Gabriel Boric y Giorgio Jackson, ambos diputados independientes. Es entonces cuando decimos que los parlamentarios deben recibir remuneraciones acorde a su carga laboral incluyendo asignaciones correspondientes sin perder el límite ético.
Recordemos que el salario de un parlamentario es de $8.605.477, esto sin las remuneraciones asignadas para asesorías y gastos operacionales puesto que, si ponemos raya a la suma, el ingreso mensual actual de cada parlamentario supera los 24 millones, mientras que el 50% de los chilenos y chilenas cuentan con un ingreso aproximado de $260.000. Las realidades claramente no son las mismas: el legislador no vive en las mismas condiciones que las personas para quienes legisla y ambos no presentan las mismas dificultades al terminar el mes, la identidad entre quienes toman las decisiones y aquellos que deciden quienes las toman en su representación es casi inexistente. Según el último estudio “Society at Glance 2014” de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) Chile presenta la mayor desigualdad de entre los países miembros en la categoría de emergentes y en vías de desarrollo, en donde el 1% de la población concentra el 31% de los ingresos país. Además de mencionar que la tasa de pobreza en Chile es 18,9% muy por sobre la media (11.1%).
Hay quienes dicen que un buen sueldo limita las posibilidades de corrupción en los cargos gubernamentales, es decir, que si queremos evitar que sigan los actos delictuales en Chile debemos facilitar los medios a los delincuentes poniendo las llaves de nuestros hogares a su disposición y esperar que en algún momento cuando tengan los bolsillos llenos tomen conciencia y cambien su actuar. Pero aún ganando 40,5 veces el salario mínimo y siendo Chile un país en vías de desarrollo, hay quienes se aprovechan de esto y buscan sacar ventaja con argumentos que sobrepasan los límites éticos y morales de nuestra nación. Los espacios de poder administrativos no deben ser incentivados por criterios salariales, sino por el deseo entrañable de servir y representar a la comunidad generando cambios en la sociedad.
Son los servidores públicos y representantes nacionales quienes tienen la misión de generar un cambio en las condiciones de desigualdad en chile y de las injusticias que esto conlleva, por la vocación de servicio público y social. Porque ¿si no se parte por casa, entonces por dónde?
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