(Del Libro. ESPAÑA. Cada Mochuelo a su “cazo”)
Cariñena
San Antonio o San Antón Abad. Nacido a mediados del Siglo III en Egipto. Fue Monje Eremita que prefirió soledad y pobreza. Se desvistió de la vida acomodada (no así de los años que la vida le regalara ciento cinco años).
Patrón de los animales; es representado como una persona de edad y a su pie un cerdo.
Mantener la tradición es lo que hace a los hombres sucesores de sus mayores. Ellos eran conocedores de la necesidad de que sus ganados estuviesen sanos. Invocaban a San Antón y le presentaban sus cabañas para que les protegiera.
Enero es un mes frio y al igual que el sol es necesario dando luz y calor (a veces desmesurada) en la noche lo es la lumbre.
El disco solar fue adorado por su potencia y presencia. Las civilizaciones se iniciaron y pasaron a técnicas donde el frotar piedras; su chispa… les concedía la magia del fuego en la tierra.
Las hogueras son reunión. Festejo. Y ante todo calor para el espíritu de lo que se celebra.
Dicen que los tiempos adelantan…
Y al igual que las Fiestas Patronales son celebradas a destiempo del Patrón; las hogueras por San Antón (tarde noche del 16 al 17) las prenden…
Celebrando festejo a gusto de quien mejor le va. Por ende… en fin de semana.
18 de enero 2014. La traída de leña indica que allí habrá hoguera. La juventud (10-12 años) se prepara para activarla.
Una furgoneta blanca se detiene y se acerca al grupo de niños; luego desaparece.
La hoguera prende y en la noche son recorte sus siluetas de adoradores de la lumbre. Saltan por encima de las llamas. Una y otra vez se repite el gesto (no están en San Pedro Manrique) y la diversión cunde.
En cualquier acto una pregunta se impone ¿Dónde está la persona mayor que en caso de accidente se ocupe?
¡Ausente!
A la mañana siguiente (al no tratarse de una hoguera promovida por el Ayuntamiento… supuestamente) en el espacio quedan los restos de la quema. Papeles, leña y una garrafa que con posible acierto llevaron para apagar el fuego y no dejar rescoldo.
En su paseo matinal un hombre sobre los cuarenta pasea a su perro. Se acerca al lugar donde estuvo la hoguera; coge una bolsa dejada entre lo “olvidado” y va recogiendo la basura.
¿Padre de alguno de los reunidos?
En todo caso ciudadano responsable.
Al mediodía una persona cercana hace reflexión: Creo que los bloques de cemento que impiden paso a los vehículos han sido recostados por quienes montaron la fiesta.
Ciertamente. ¡Dime el color del Consistorio y te diré todo lo que les permiten! Acertada frase del Filósofo Áureo.
San Antón murió en Monte Colzim (Egipto) el 17 de enero del año 356. De ahí la festividad. En actualidad; han transcurrido mil seiscientos cincuenta y ocho años desde el óbito.
¡Felicidades! (a pasado) A nuestros amigos de cuatro patas.
Carmen Amigó y Pérez-Mongay