Los compactos pilares de la cultura de la muerte
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
Consideró que los siguientes hechos son algunos de los que están convirtiendo este mundo en una gran residencia, en donde se convive “alegremente” con la cultura de la muerte.
El “aborto” forma parte esencial de esta cultura decadente y destructora, de esta cultura en la que el placer sexual relega a la vida al destierro. Cuánta sangre inocente corre por esas clínicas abortivas; cuántos médicos de la muerte; cuántas funerarias clandestinas; cuántos basureros llenos de semillas humanas aniquiladas.
Otro pilar prioritario en este esta terrible cadena de la muerte es el “hambre”. Millones de seres humanos inocentes mueren mientras el resto de la humanidad vive en la opulencia. Que terrible será cuando el Señor, el día del juicio final, nos diga: “venid vosotros malditos que mi Padre e ir al fuego eterno: porque tuve hambre y no me disteis de comer …”. El hambre es una lacra social inconcebible, es una llamada continua que nos debería de remover por dentro, y sin embargo nos quedamos indiferentes; y no sabemos que algún día, no muy lejano: “su muerte será nuestra muerte” y muchos de nosotros por nuestra dejadez acabaremos como el Rico Epulón en el fuego eterno, en ese infierno en donde los gusanos nos comerán y donde nuestra vida eterna será un continuo lamento.
Otro pilar de la muerte es la “guerra”. El mundo parece no sabe vivir sin guerras, sin destrucción; sin personas que buscan desesperadamente el poder a toda costa y al precio que sea y se llenan de ambiciones y pierden el sentido de la coherencia y destruyen y destruyen, dejando en esos lugares: la desolación, la tristeza y la muerte. Hay muchos detractores de la humanidad, muchos detractores perversos y asesinos que se glorían en sus hazañas incontroladas de destrucción y muerte. Después de estas terribles guerras quedan en estos lugares un horizonte de horror y olor a muerte; un horizonte de pobreza absoluta, de vidas inocentes maltrechas y campos de refugiados en donde se sobrevive sin nada de nada y se muere; mientras que el mundo sigue su paso anclado en: sus comodidades, sus egoísmos, sus diversiones …. un mundo que realmente mira para otro lado con desfachatez, insolidaridad e insolencia.
Otro pilar de la muerte es la “esclavitud” de pueblos enteros inmersos en: culturas, tradiciones, costumbres y hábitos que hacen que parte de los ciudadanos sean oprimidos bajo el yugo contundente: de una ideología, de una creencia, del sexo …
Otro pilar de muerte es el terrible papel de la mujer en muchos países del mundo, especialmente en Asia y áfrica. Allí son como animales: sin libertad, sin dignidad, sin amor, sin justicia …
Y nos queda decir que otras muestras de esta cultura de la muerte son: el analfabetismo propiciado por los poderes como medio de sumisión y esclavitud. La esclavitud sexual. Los niños que son preparados para la guerra como soldados. Los niños obreros. Las diferencias sociales escandalosas y escalofriantes, de muchos países, en donde unos pocos tienen riqueza y los otros, millones de personas, viven en la indigencia.
Y para terminar es conveniente hablar de esperanza. En ese enfrentamiento terrible entre la vida y la muerte, la vida vencerá, siempre que estemos dispuestos a poner nuestro empeño en ese objetivo importantísimo; y para ello es necesario poner nuestros talentos al servicio del bien, con el fin de construir un mundo lleno: de paz y concordia, de diálogo y convivencia, de respeto y tolerancia, de justicia y solidaridad…