Cartas al Director

• Murmuración.
• Calumnia.
• Difamación.
• Insulto.
• Hablar mal de los demás.
• Criticar.
• Desprestigiar.
• Mentir.

Respecto de esto habló el 4 de Septiembre el Papa Francisco y nos dice: Nuestra tarea siempre, indicó, en medio de las noticias de guerra, de odio y también sobre las familias es:

• “Ser hombres y mujeres de paz, hombres y mujeres de reconciliación”.

Y es bueno que nos preguntemos, indicó Francisco:

• ¿Siembro yo la paz?

He insiste yendo al detalle y a lo concreto:

• ¿Por ejemplo con mi lengua siembro paz o cizaña?

Y continúa ahondando en la cruda realidad:

• Cuántas veces hemos oído decir de una persona:
  • “Ese tiene una lengua de serpiente”

Porque hace como la serpiente, que privó a Adán y Eva de la paz.

Y fijaos en la triste realidad y dura crudeza de las palabras del Papa:

• “Sembrar la división, el odio y no la paz”·.

Esto es un mal, una enfermedad en nuestra Iglesia.

He insiste para dejarlo claro, dada la gravedad:

• Y todos los días deberíamos hacernos esta pregunta:
  • ¿Yo hoy he sembrado paz o cizaña?

Ahora el Santo Padre hace una afirmación contundente:

• “Quien lleva la paz es santo y quien lleva la discordia terrorista”
• Los cristianos por lo tanto están llamados a ser como Jesús:
  • “Él vino entre nosotros para pacificar, para reconciliar”
• “Y consideró que si una persona durante su vida no hace otra cosa que reconciliar y pacificar se la puede canonizar, esa persona es santa”.

Y después de esta consideración especialmente significativa, continua Francisco perfilando detalles:

• Pero debemos crecer en esto:
  • Nunca una palabra que sea para dividir.
  • Nunca una palabra que traiga guerra o pequeñas guerras.
  • Nunca las habladurías.

Y sobre los tan frecuentes y desagradables chismes o chismorreos el Santo Padre indico:

• “Y si yo pienso:
  • ¿Qué son los chismes?

No, nada, solo decir una palabrita contra el otro o contar una historia”.

Entonces subrayó:

• “No, las habladurías son terrorismo, porque quien chismorrea hace como un terrorista que tira una bomba y se va”.
• “Destruye, con la lengua destruye y no trae la paz”.

Así, el Papa hizo una clara invitación:

• Cada vez que les venga ganas de decir algo que siembra cizaña:
  •  “Muérdanse la lengua”.
• E invitó a no olvidarse:
  •  “El diablo tiene como oficio: dividir”.

Y al final el Pontífice propuso esta oración:

• “Señor: Tú has derramado tu sangre, que no me importe si se me hincha la lengua cuando la muerda antes de hablar mal de otro”.

Fuente: Zenit. Org

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