Separar la paja del grano
Publicado por Gerardo Hdez Zorroza, Posteado enOpinión
Me comentaba una paciente del gremio de la docencia, con desgana, la cantidad de “papeleo” que se ven obligad@s a realizar. Un papeleo éste que, dicen, sirve para gestionar mejor la calidad de la docencia actual, pero que lastra la labor de un maestro, sometido a este pesado, neurótico muchas veces e ineficaz, control ajeno. Que le impide por otra parte centrarse en su labor docente, y que no es (o debiera ser) llenar la cabeza del alumno solo con contenidos, sino ayudarlo para que pueda expresar y poner en valor sus capacidades y talentos.
En Sanidad pasa más de lo mismo. Nos hemos vuelto todos servidores del “ordenador”. Y hablo de “ordenador” en dos sentidos: uno literal (aquel donde registramos los datos) y otro en el que incluyo a la cabeza del sistema y quienes recogen, «analizan» y deciden que se hace con tan ingente, ¡buf!, cantidad de cuestionables datos.
Para que no haya malas interpretaciones, quiero decir que no me niego a la facilitación de nuestra labor, y a la buena utilización de la herramienta informática, en absoluto, pero me parece que nos estamos equivocando, que hemos entrado en una especie de espiral de control, de justificación más hacia fuera que hacia dentro, que nos hace perder no solo tiempo y energía, y nos aleja además de nuestra capacidad de centramiento y decisión más consciente.
Como sabrán, además, cada día trabajamos más alejados, comunicándonos a través del “ordenador”. Si van ustedes a un ambulatorio concurrido, o inclusive a las consultas de especialistas, verán lo que les digo.
La faceta humana, “recurso humano” que llaman está mercantilizado y trabaja cada vez más en precario. La contratación de personal da “yuyu” a los de «arriba», aunque no les de “yuyu” muchas veces, tentados por la inercia política, ofertar servicios que puedan encandilar al electorado, y que sobrecargan a los profesionales, que cada vez deciden menos por sí mismos, pues no se les da espacio ni tiempo.
Escuela y Salud, deben ser pilares de esta sociedad, pero no como están planteados. Tampoco las privatizaciones son solución, al contrario, sino más consciencia por parte de todos. Y reflexionar a fondo qué nos está pasando, por qué esa falta (de facto) de libertad creciente que tienen los profesionales implicados, en qué y cómo deben realizar su labor. La mejor forma, por otra parte, de motivarlos e implicarlos, creativamente, en su labor profesional.
Me parece una labor imprescindible, como reza el enunciado, orear esta sociedad, para separar bien el grano de la paja.