Cartas al Director

Según noticias recibidas de ABC, el Consejo de Gobierno de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) ha aprobado, por unanimidad, la propuesta de retirada de la condición de Doctor Honoris Causa al exvicepresidente del Gobierno y expresidente de Bankia Rodrigo Rato, han indicado fuentes universitarias.

La mención de Doctor Honoris Causa  se concedió a Rato en 2009.

Para la propuesta de retirada  debía presentarse una petición por parte de algún representante de este órgano, algo que ya se cursó, y que dicha solicitud sea aprobada por mayoría.

Esta decisión se une a la tomada en la Universidad de Alicante, que ya revocó este año el acuerdo de esta condición al expresidente de Bankia.

La asociación de estudiantes RiseUp reactivó, en abril y en la plataforma Change.org, la petición para que la universidad retire el doctorado Honoris Causa a Rato, solicitud que ya acumula más de 75.000 firmas.

La Asociación señalaba:

• “La universidad ha de ser el templo del conocimiento y de la honestidad, y no cabe duda de que Rodrigo Rato ya no tiene hueco en un puesto de honor dentro de ella”.
• “Esta institución tiene la responsabilidad de cuidar su imagen, y mantener este Honoris Causa no hace más que mancharla”.

Me parece importante y especialmente oportuno esta destitución y como en este caso se debía de proceder con todas aquellas personas corruptas que han invadido, estrepitosamente y con desfachatez, el espectro: político, educativo, médico, financiero, industrial, comercial y social de nuestro país.

Son demasiados casos de corrupción los que ha habido, y se han de tomar las medidas oportunas para que no se repitan. Para ello se ha de actuar con contundencia y tomar las medidas oportunas, y una de ellas es precisamente quitar estos títulos honoríficos a  aquellas personas:

• Que han manchado, humillado y pisoteado con su proceder: La democracia, el nombre y la dignidad de la nación española, y de alguna manera a todos los españoles.

A un representante político o de cualquier institución se le ha de pedir:

• Dignidad, veracidad, honestidad, limpieza, transparencia, sensatez, lealtad, honorabilidad, decoro, honradez, espíritu de servicio y cordura.

Y actualmente muchos de nuestros políticos y muchos de los ciudadanos que abanderan el poder, en cualquiera de las distintas formas, carecen desgraciadamente de estos valores. Valores sin los cuales es fácil adentrarse en el fango de la indecencia y de la corrupción, dando la espalda al espíritu democrático y social que ha de imperar en toda persona que ostente un cargo público con el que ha de estar totalmente al servicio de la sociedad.