Rosell: El otro ministro de Rajoy
Publicado por galdo-fonte, Posteado enOpinión
Así como el poder sirve para hacer cosas grandes, mal administrado, puede inducirnos a realizar exhibiciones innecesarias, siendo buena prueba de tal afirmación, las últimas declaraciones del máximo mandatario de la CEOE, Joan Rosell, que desde la jerarquía de mando que le otorga la presidencia del selecto club de la gran patronal española, en vez de optar por la grandeza de exigir medidas políticas efectivas que favorezcan la reactivación empresarial y la diversificación de los sectores productivos, en un alarde de nimiedad decide ponerse a orinar fuera del tiesto, mientras apuesta decididamente por lograr la recuperación económica a costa de una mayor restricción en materia salarial
Posicionamiento que sin ser solución de nada, si le allana el camino a Rajoy para proseguir el severo cumplimiento de las determinaciones establecidas por la Troika y cuya expresa finalidad lleva idéntica trayectoria, tal es, ahondar en la reforma laboral con la reducción implícita de las retribuciones del trabajo.
Al parecer este seguidor acérrimo de los ‘mini-jobs’ alemanes, haciendo gala de ese dogmatismo neoliberal que le caracteriza, apuesta por reproducir en España la precariedad que hasta ahora era la norma laboral de los jóvenes germanos, de ahí su absurda e inconstitucional excentricidad de proponer por mimetismo un salario mínimo para jóvenes, inferior al ya por sí minúsculo Salario Mínimo Interprofesional (SMI), aún a pesar que con sus 645 euros brutos mensuales es uno de los más bajos de Europa; es decir, aplicar a nuestro jóvenes el pionero experimento del país teutón a través de un tratamiento discriminatorio dirigido a dar base legal a contratos de baja remuneración.
Todo un extemporáneo y desafortunado planteamiento, máxime cuando esto ocurre al tiempo que la propia Merkel, después de años de negativa a fijar un salario mínimo, por razones de gobernabilidad, se ve obligada a ceder en sus postulados y establecer un hito en la historia laboral del país sajón e implantar por ley un estándar de mínima retribución como medida de estabilidad social y forma de paliar la descomunal brecha salarial que su volátil política de empleo causó en el segmento mas joven de la estructura laboral alemana.
La paradoja se presenta cuando a pesar de tal mutación, el superintendente de la patronal española en vez de proceder en consecuencia prosigue con su testarudez proponiendo para nuestros jóvenes la disciplina de un régimen laboral prusiano cuando su propia precursora ya lo decidiera desechar.
Pues si que vamos bien!.
Lo que raya en lo paranoico es el hecho que tan disparatada proposición sea utilizada por su autor como un recurrente discurso en justificación de la reducción del paro juvenil, cuando es harto sabido que no se crean más empleos por más bajos salarios sino por más bajos impuestos laborales, y es ahí donde el Presidente de la patronal se le ve el plumero, al dar la espalda a sus representados, silenciando lo que las pymes y los autónomos como afectados directos denuncian a viva voz .
Tal es, la abusiva presión fiscal del Gobierno que hace que los directos afectados se vean abocados a sucumbir ante la obligación de mantener el gasto público-político improductivo de la Administración, que de ser reducido a justos términos, no solo frenaría ese inducido cese de actividad, sino que además, posibilitaría una aminoración impositiva, permitiendo igualmente impulsar el crecimiento económico y la progresiva generación de empleo.
Es evidente que a pesar de ostentar la mayoría del tejido productivo del país, el Gobierno del PP con su desafortunada trayectoria política, ha puesto de manifiesto su total desinterés a contar con la participación de las pequeñas empresas y los autónomos, mostrándose mas proclive a satisfacer las inquietudes de los «lobbies» del Ibex-35, a los que sin reparo atiende en sus demandas a la hora de legislar, y todo en razón a que sus prebostes son los verdaderos patronos de la CEOE y auténticos «padrinos» del ejecutivo del gobierno del país, y como no podía ser de otra manera los únicos referente de defensa que tiene encomendado el Sr. Rosell, como recadero que es de los mercados y ministro en la sombra del Gobierno de Rajoy.
Si queremos adjudicar sensatez al futuro, no queda otra que poner cordura al presente, y para tal concurrencia, se precisa de líderes eficientes que velen por el interés colectivo al margen de influencias corporativas e intereses elitistas, siendo obligado para ello, contar con la participación al completo de la estructura empresarial como motor dinamizador de la economía, de tal forma, que se logre recuperar cuanto antes el tejido productivo destruido por la crisis.
Si bien dicho impulso exige en correspondencia, la eliminación de las actuales barreras y demás sobrecargas a efectos de aliviar impedimentos funcionales y detraer de todo lastre la actividad empresarial.