RESPETO POR Y PARA LA EDUCACIÓN Y LOS EDUCADORES
Publicado por Aranzazu Glez Marmol, Posteado enOpinión, Educación
Desde que estalló esta maldita crisis muchas son las cosas que hemos tenido que escuchar acerca de nuestra profesión, a muchas de las cuales ya estábamos, desgraciadamente, acostumbrados. Quizás eran “gajes del oficio”. Cuando abres un periódico, ves la tele u oyes la radio te encuentras con personas que opinan y opinan sobre tu trabajo sin tener ni idea del mismo. Viéndonos como “chupópteros” de las arcas nacionales. Y no es así. Nosotros no hemos malversado con fondos públicos, nosotros sólo intentamos cada día hacer de este país un sitio mejor, con personas competentes y, sobre todo, pensantes. Sí, ese es nuestro oficio. Comentarios como: “No sé de qué se quejan por trabajar ahora 20 horas semanales” te dañan mucho, no sólo personalmente sino también por tantos compañeros que tienes alrededor y que sabes que se dejan la vida intentando solucionar problemas con los chavales e intentando mil y una formas de enseñar además de conocimientos respeto por todo y por todos. Algo que ahora pedimos nosotros.
La gente recibe información tergiversada últimamente. Sí, sí es cierto que hay funcionarios que se aprovechan del sistema y no realizan correctamente su trabajo, pero nosotros mismos somos los primeros en pedir un mayor control, pero no una mayor opresión como la que sentimos últimamente. Nuestra jornada laboral no solo está formada por 20 horas lectivas. No. Tenemos que preparar clases, exámenes, buscar información actualizada para nuestros alumnos, actualizarnos en las nuevas tecnologías, hacer reuniones con padres, con los demás profesores, corregir exámenes, etc., así como otras actividades no reconocidas como participar en Consejos Escolares –sin ningún tipo de gratificación ni económica ni de otro tipo-, realizar Proyectos de innovación en los que promover en nuestros alumnos las ganas de trabajar de forma diferente, realizar visitas a museos o ciudades que de otra forma muchos de los chicos no podrían disfrutar y cientos de cosas más con las que podríamos aburrir.
Somos personas como todas las demás, con nuestros problemas y situaciones, con familias a las que mantener con nuestro único sueldo y viviendo en una sociedad que con lo único que se queda es con nuestros “meses de verano” –Julio, en el que tienes que estar disponible para, por ejemplo, realizar las oposiciones, y Agosto- y no lo negamos, con paradas como Navidad o Semana Santa. Lo que los demás no piensan es en la necesidad de descargar tanto estrés acumulado a lo largo del curso. Porque sí, este no es un trabajo como el de una obra ni el del campo, vale, pero es un trabajo en el que en muchas ocasiones tienes que lidiar con 20 ó 30 chicos disruptivos. Además, todo el mundo elige qué hacer y ser profesor está abierto a todos. Así, cuando oímos comentarios al inicio del curso escolar como: “ya no sabía qué hacer con mi hijo después de tanto tiempo en casa”, te hace reflexionar que nosotros nos vamos a pasar los próximos nueve meses con él, y no sólo sino acompañado de otros tantos diferentes entre sí.
Nos bajaron una vez el sueldo. La mayoría pensamos: “bueno, son tiempos difíciles y nosotros trabajamos”. Nos volvieron a bajar el sueldo y ya piensas: “¿es que no hay nadie más que los funcionarios para pagar este despilfarro?” Porque sólo queremos decir ahora que nosotros no nos hemos enriquecido con la compra-venta de pisos ni con la realización de aeropuertos vacíos y que entonces aguantabas comentarios de tus alumnos como: “¡para qué voy a estudiar profesor si voy a ser albañil y a ganar tres veces más que tú”. Ahora viene la tercera bajada y no sólo eso…
Cuando los distintos sindicatos convocan una y otra huelga contra estos recortes ves que ellos mismos se están, una vez más, aprovechando de nosotros. Porque muchos de nosotros pensamos que NO NOS REPRESENTAN sino que se representan a ellos mismos, pero siempre desde el respeto a aquellos compañeros que sí las secunden con el esfuerzo económico que eso supone en estos tiempos donde no estamos para derrochar nuestro sueldo. Debemos estar unidos TODOS. Así que cuando los porcentajes de seguimiento de las huelgas son tan bajos no son porque apoyemos estas medidas, como se jactan los políticos, sino porque nos encontramos sin rumbo, sin nadie que te apoye y te comprenda, sin representantes que cuenten contigo y, por lo menos, te respeten antes los medios de comunicación y no nos presenten como “vagos y egoístas”.
Pedimos un poco de respeto hacia la educación y hacia los educadores. Pedimos un PACTO DE ESTADO de TODOS LOS PARTIDOS para caminar juntos hacia una educación UNIVERSAL, GRATUITA Y DE CALIDAD. Pedimos unos sueldos dignos, pero igual que lo pedimos para el RESTO DE LA SOCIEDAD. Pedimos que todas las bajas de los profesores sean cubiertas, porque para nuestros alumnos es un parón en su avance educativo, además de un trastoque. Pedimos que no ocurran casos como el de nuestra compañera HELENA que el día 29 de febrero recibió una comunicación de su cese para el día siguiente, sin explicaciones de por qué su puesto y no el de otro. Pedimos su REINCORPORACIÓN INMEDIATA y que la profesora SUSANA que ha sufrido también las consecuencias de esta caótica situación sea recompensada por estas medidas arbitrarias y sin base legal. Pedimos que todas las medidas de recorte que hemos tenido que soportar sean con una FECHA DE CADUCIDAD ESTABLECIDA, cuando nuestro país salga de esta sangrante crisis. Que la nueva ley de educación sea hecha por profesionales de la educación, profesores y maestros que estén viviendo la REALIDAD DE NUESTRAS AULAS y no por políticos sentados en un despacho donde se “filosofea” sobre la educación. Que no nos utilicen los políticos ni sindicatos para su beneficio. No tenemos color político, sólo queremos DIGNIDAD. Que todo profesor, interino o de carrera, que todos, sean respetados como personas y no tengan ni más ni menos derechos que los demás. Que aquellos que sean apartados de su trabajo sea porque no cumplen con él y no por el antojo de nadie.
Y por muchas cosas más que podríamos decir: EDUCACIÓN, EDUCACIÓN, EDUCACIÓN. PORQUE LO DEMAS SÍ SOBRA.
Aránzazu González Mármol. Pila Mármol Jiménez. Olga Fernández Gordo. Susana Fernández Riera. Francisco Javier Díez Martínez. José Luis Delgado Jiménez. Félix Montoya Sánchez. Ana Isabel López Sánchez. Eva Mª Solera Montalvo. Mª Rosario Hernández Soria.