Cartas al Director

Esta sociedad necesita salir del adocenamiento actual, debido al hiperconsumo y la hiperprotección. La idea que teníamos de crecimiento y desarrollo era falsa, insostenible a todas luces, y los principios que la promovían (competitividad, estímulo del consumo, sociedad del «bienestar»…) falaces. Más que no verlo, no lo queremos/quisimos ver.
De esa forma, nos acostumbramos a delegar y permitimos que gente sin escrúpulos nos anestesiara y nos condujera como ovejas.
La respuesta, entiendo, no debe basarse (o solo) en promover cambios a nivel del Estado (causa fundamental del problema para algunos), sino que está obligandonos a cambiar de actitud y aligerar nuestros petates, a reflexionar a fondo, a dejar de querer hablar todos a la vez, para poder escucharnos. Solo así podremos colaborar eficazmente y aplicar las soluciones que puedan potenciar nuestro crecimiento personal y colectivo.
Romper el cascarón de nuestra inconsciencia, madurar y cambiar nuestra visión, es requisito previo para abandonar la sumisión, estéril, en que nos movemos.
A pesar de nuestras dudas –porque además la seguridad que nos quisieron vender era falsa–, tenemos la necesidad de plantarnos y activar nuestra humana inteligencia, dispersa y al servicio de unos pocos (el statu quo imperante), para que pueda servir eficazmente a la causa de nuestras sociedades y nuestro mundo, entendido éste ya no como un campo de batalla, sino como una unidad orgánica e interdependiente.