Cartas al Director

 Según el último Sociómetro Vasco, que difunde el Ejecutivo autonómico, y que se publicó el pasado mes de marzo, el porcentaje de ciudadanos que se encuentra a favor de la independencia de Euskadi ha bajado 11 puntos. Hace apenas un par de años los ciudadanos vascos que apostaban por la vía independentista sumaban el 30%, mientras que ahora solo la desean el 19%.  A pesar de estos datos tranquilizadores, para los que no somos independentistas, el PNV tiene pensado introducir en su programa electoral diversas reformas en el Estatuto de Guernika con idea de negociar –a posteriori– un nuevo estatus político-social con el Estado español que lleve a favorecer una mayor autonomía, e incluso la independencia de Euskadi. Es obvio que esta nueva línea de actuación de los jeltzales no obedece a una demanda de la población vasca. El motivo fundamental por el que lo hacen se debe a que intentan empatizar con aquellos votantes que sí que apuestan por la autodeterminación pero que no le son afines a ellos, sino a Bildu y a Podemos. En definitiva, poco o nada parece importarle al PNV el hecho de que en Euskadi se vuelva a respirar un clima de odio y de enfrentamiento, como antaño, si con ello consigue sumar los votos de los radicales separatistas. Toda una irresponsabilidad.

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