Quejarse no, actuar sí.
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
En una reunión, hace unos días, ante las cosas malas que existen, el Papa decía a un grupo de cristianos comprometidos. Muchas veces decimos: “Qué barbaridad, como es posible” “Que injusticia, es tremendo” “Qué desastre” Pero seguía diciendo el Papa: “Y nosotros que hacemos, aparte de quejarnos: ¡actuamos!”
En muchas ocasiones utilizamos frases como: “Qué vergüenza” ¿Pero ante esto qué hacemos? Ponemos los medios. Y como decimos también a veces: “Hay que ver cómo está todo” pero nosotros seguimos igual. O sea: quejas muchas, echándonos las manos a la cabeza muchas veces, pero remangarnos y coger lo que sea necesario para afrontar la cuestión, para hacer lo que haga falta y arreglar esta u otra cuestión, eso lo hacemos pocas veces. Nos quedamos en la mayoría de los casos en las buenas intenciones y no salimos de ahí.
Por lo tanto es bueno que nos decidamos a reaccionar positivamente y que aprendamos a actuar, a poner manos a la obra. Destruir, demoler, criticar, chismorrear: es fácil; lo difícil es: construir, elaborar un plan de trabajo, meter el hombro en una obra social, colaborar en reconstruir cuando ha habido una catástrofe, poner de nuestra parte.
¿Qué hace falta dinero? lo busco para darlo; ¿Qué hace falta labores administrativas? buscamos a las personas idóneas; ¿Qué se necesitan médicos? vamos y los reclamamos con urgencia, pues puede ser una necesidad perentoria. Siempre activos, dispuestos a ser uno más en aquella tarea o en aquella otra.
Si sabemos que hay un barrio marginal en donde podamos aportar algo: acudimos y vemos y nos informamos de lo que podemos hacer. Se puede ayudar: En la construcción; para proporcionar alimentos; para proporcionar un consultorio médico o una escuela para niños o un centro de formación cristiana o una iglesia. Es bueno además informarse en el centro adecuado para realizar actividades sociales adecuadas y no perder el tiempo ni el dinero en ONG no seguras.
Cáritas en muchos lugares nos puede orientar en este terreno de ayuda social. También en las parroquias podemos: dar catequesis, ayudar a los necesitados de la parroquia, ayudar en todo tipo de labores parroquiales, ayudar en actividades juveniles, ayudar en la educación, ayudar en la liturgia.
No ir a sitios dudosos o inseguros donde no sabemos claramente el ideario o los principios básicos de sus actividades. En algunos sitios nos pueden dar gato por liebre. Se han detectado, en estos últimos años, muchas ONG fraudulentas que utilizaban los medios a su alcance desviando el fin de la ayuda. Esto es tremendo y demuestra las entrañas de maldad de muchas personas.
Muchos abusan y se gastan el dinero de las ayudas, otros despilfarran, otros se pierden ellos y pierden el dinero no se sabe dónde. No seamos ingenuos las cosas están como están y no nos podemos fiar, por desgracia la realidad social está así. Ayudemos siempre pero asegurando a quien y como.