Pymes y Autónomos en la encrucijada
Publicado por galdo-fonte, Posteado enOpinión
Toda recuperación pasa forzosamente por vigorizar a pymes y autónomos, a través de la transformación radical del sistema, que por efectiva, garantice el desempeño de su actividad
Que desde el 78 fueron los grandes holding empresariales quienes marcaron la hoja de ruta a los distintos gabinetes políticos que en alternancia aparentaron estar dirigiendo el país, es una realidad que por evidente no admite cuestionamiento alguno, como igual de incontestable es, que desde el 2011 cuando Rajoy se instala en la Moncloa esos mismos ejercientes del poder en la sombra, es decir, los dueños del Ibex 35, han batido todo récord al incrementar en un 71% sus respectivas fortunas, y ello en razón a la benevolencia fiscal que disfrutan los miembros de esta élite empresarial al estar sujetos a una tributación preferente, de tan solo, un 6% de sus beneficios, con la tolerancia añadida que no satisfechos con este trato ventajoso, el 94% de las mismas, burlaron sus obligaciones dedicándose a eludir impuestos en paraísos fiscales, siendo la cantidad de lo evadido superior con creces a nuestro producto interior bruto (PIB).
Resultando paradójico por tanto, que mientras cerraban el ejercicio del año pasado con unas ganancias acumuladas de 17.700 millones de euros, la cuantía del peso laboral del selectivo grupo de las 35 empresas más poderosas del país, lejos de mantener tendencia alcista, se reducía en un 8, 9%, situando así su ya exiguo techo potencial de empleo en 1, 23 millones de trabajadores, sin que tal disminución afectase en lo mas mínimo al movimiento de rotación de las puerta giratorias por las que los políticos en retirada acceden a sus consejos de administración exhibiendo por todo currículum de cualificación el inventario de unos servicios prestados a la causa, para así facilitar que unos mangantes por el hecho de no hacer nada, en contraprestación, perciban unos emolumentos de escándalo.
En contraposición, la mayoría de la estructura empresarial del país conformada por microempresas, pymes y autónomos que vocacionalmente ejercieron de referentes generadores de riqueza y actividad laboral, aún siendo los llamados a sacarnos de la crisis, insólitamente, ahora aparecen como los grandes marginados de la situación y todo como consecuencia de un hecho concluyente, tal es, que la mayoría de las medidas aprobadas por el Ejecutivo durante la actual legislatura, por su tendencia proclive a devorar la economía real, mas que favorables para la estabilidad mercantil, resultaron un impedimento para su estabilidad y reactivación, y todo, porque esas políticas gubernamentales de aplicación tuvieron por objetivo preferente satisfacer a los lobbies de las grandes corporaciones, aunque ello, implicase dejar al margen a quienes son los verdaderos impulsores de la dinamización y la creación de empleo.
Y así, tal fueron los resultados, que como consecuencia de un inadecuado entorno político, normativo y administrativo, el tejido productivo español cuyo 99, 8% encuadra a estos grupos de la actividad empresarial, resultó ser el peor parado de la crisis, confirmando tal aserción el hecho que hasta la fecha se vieron forzados a cesar su actividad 265000 pymes y 325000 autónomos, sin que a pesar de tal revés, este conglomerado perdiese su función propulsora de la economía y el empleo, como pone de manifiesto en primer término, el hecho de seguir aportando actualmente el 65% del PIB nacional, y en segunda expresión, la realidad de estar dando empleo a 9, 02 millones de personas, que en índice porcentual, viene a representar al 75% de los empleos efectivos del país.
Cuando política y financieramente no se aplica igualdad de trato empresarial, la discriminación, es factor causante de desequilibrios y disfuncionalidad
Pero si tal realidad debiera ser reconocida y considerada, lo cierto es que en vez de obtener la debida correspondencia reciben por toda respuesta la falsedad política, y valga como contraste, la peripecia de enmascarar nuevas subidas de impuestos tras la apariencia de una rebaja fiscal, como sibilinamente intentan colar ahora adjudicando condición ventajosa a las nuevas retenciones en el IRPF de los autónomos; un nuevo exponente de impostura que delata una vez más la insolvencia de las proclamas emitidas desde las filas del Gobierno con la intención de hacernos tragar con la falacia de atisbos de recuperación.
En un país donde política y financieramente no se aplica igualdad de trato a los agentes que desempeñan la actividad empresarial, los excluidos, llámense Pymes y autónomos, verán lastrado su capacidad operativa en razón inversa a las concesiones otorgadas a los agraciados, que no son otros que la ya referidas empresas del IBEX 35, siendo los desequilibrios generados por tal discriminación la principal causa en la disfuncionalidad de los afectados; habiendo de añadir a ello los perjuicios por indefensión, causados por la deserción de unas asociaciones empresariales que creadas para defender la libre empresa, optaron por abandonar su cometido, con renuncia expresa a ejercer toda acción reivindicativa y convertirse así en plataformas inútiles a tenor de su papel dependiente como correas de transmisión de intereses políticos.
Una situación atípica cuya corrección política no pasa en modo alguno por un cambio de siglas o de caras que defiendan idéntico modelo, sino por una transformación radical del sistema, que restablezca la economía real como referente y la actividad productiva por objetivo, a la vez de devolver a autónomos y pymes su papel protagonista, pues sin ellos, toda apariencia de mejoría será puro desvarío.