Cartas al Director

Las sociedades, y no se libra ni una, están bajo el Control de determinadas creencias limitantes.
Estas creencias, falsas, se dan y repiten en todas las zonas y en todas las culturas del Globo, aunque nos resultan más evidentes siempre en culturas ajenas a las nuestras, como la árabe.
Pero no nos engañemos, pues cada zona geográfica (o cada ámbito cultural) está condicionado por programaciones propias, que nos resultan inconscientes, pero que son las que determinan nuestras distintas maneras de vivir.
Algunas programaciones, inclusive, como la de nuestro mundo occidental (llamado paradójicamente «Libre»), por ser más sutiles (menos evidentes) son más difíciles de ver y detectar, y por tanto, muy probablemente, más difíciles de corregir, dados los mecanismos de Control (Sistemas “Educativos”, medios de comunicación de masas, etc…) que tratan continuamente de mantenerlas a salvo.
El objetivo de todas estas programaciones inconscientes es mantener nuestra división, la cual nos hace manifiestamente fáciles de controlar.
Ser conscientes de nuestras programaciones limitativas y disgregadoras y, a continuación, aprender el método mejor para salir de ellas (a través de la Palabra, su Escucha y la Verdad) es el camino que deberemos recorrer (aunque parezca utopía) para nuestra liberación personal y colectiva.