Cartas al Director

¿Qué le está pasando a Cataluña?
¿Quién le echó el mal de ojo para tener tan malos políticos?
La Generalidad sigue despilfarrando el dinero que es de todos los catalanes y por ende del resto de España, pues para eso lloran. Y desde el Gobierno Central; en lugar de darles sopas, van y les envían euros con los que invitar en banquete a los Sindicatos.
En tiempos de “maricastaño” solíamos alquilar sillas para presenciar las Procesiones y Desfiles pero nunca para asistir y pasar la noche en un Hospital con un familiar enfermo, que ya de por sí supone una ayuda excepcional para que el personal sanitario en ocasiones duerma. ¡Esto es España!
También es cierto que ni Francia ni Alemania ni los países que se encuentran en la Comunidad Europea dejan en sus Hospitales pernoctar a la familia y hacerse cargo del enfermo. La responsabilidad es de enfermeras y auxiliares.
Señor Presidente ¿Por qué se rodea de tan malos gestores? ¡Increíble!
Nada creíble resulta que obliguen a pagar alquiler por el uso de un sillón en sus Hospitales.
Señor Presidente de la Generalidad ¿Cómo puede Usted dilapidar el dinero en inversiones llamadas sindicatos y tener a los catalanes cargados de impuestos?
Señor Presidente ¿De qué le sirve las embajadas en otros lares?  Y no le importa  quitar  Hospitales y  Ayudas Sociales a sus propios vecinos?
Señor Presidente ¿A qué Clínica acude con sus deudos y familiares cuando están enfermos?  Sin problema.
Señor Presidente ¿Me puede decir que queda de la Cataluña de finales del Siglo XX?
Señor Presidente además de la Lengua, hay que tener Orden y Gobierno para que Cataluña sane. Enferma por el despilfarro, la mala gestión e hijos de estrella mediocre.
Señor Presidente ¿40 millones? 40 millones y pellizco ha sido el regalo para sus sindicatos. Convencido de la reciprocidad interesada.
Señor Presidente de la Generalidad ¿Cuántos de sus mayores, niños, parados sin subsidio tienen cubiertas las tres comidas necesarias?
Señor Presidente le deseo que entre en la Historia de la actual Cataluña. Para reflejo de lo que no ha de hacer un Presidente.
Carmen Amigó y Pérez-Mongay

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