POLONIA
Publicado por Carmen Amigo, Posteado enOpinión
(Del Libro «Siembra y Cosecha»)
Sucedió en el año… Que de su suma hiciera trece. Número practicado para sus magias por ciertos duendes. Año 1930.
La llamada con la cuerna de asamblea despertó hasta quienes retozaban en siesta.
El más cargado en años pidió a sus vecinos que le concedieran la palabra. Acababan de plantar en Bosque unos árboles de la familia de las pináceas y escuchado por sus oídos que dicha plantación estaba condenada a que en años estimados de madurez necesaria sería talada por los seres que se llamaban inteligentes. Humanos.
La atribución a estos seres llamados racionales; en su capacidad de conservación hay que colocarlos en la cuerda floja. La verdadera razón era: Engordar sus arcas con moneda de Banco.
Tomada la palabra; el anciano planteaba…
¿Qué hacer para que el Bosque no sea talado?
Actores de magia los duendes; entre ellos hubo quien propuso no permitir su crecimiento dejándolos a talla de enanos.
Otro de los duendes apodado el bachiller; informó que una pócima en preparación atraía a los pájaros carpintero y que ellos al perforar los troncos los dejarían no aptos para los fines que se proponían los usureros.
Pero por estar en preparación y a corto de ensayo pudiera demorarse un tiempo.
Mito y Tito los hermanos traviesos del bosque tras suplicar que ellos tenían algo que podría ser de interés; se les permitió hablar no sin el murmullo de cierto grupo que alegaba que los peques-niños a jugar.
¿Qué es lo que nos ha reunido aquí? Preguntó Tito.
¡Pues estamos bien… Qué tontería es esta! ¿Acaso no estáis oyendo que se trata de los pinos del Bosque cerca de Gryfino aquí en Polonia?
¡Eso lo sabemos pero no dais respuesta a nuestra pregunta! ¿Quién…? Si lo preferís. ¿Quién nos ha reunido aquí? Dijo Mito.
¡Basta de palabras! El acontecimiento no es una broma.
Seguís sin entenderlo; quien nos ha convocado ha sido la cuerna. Demos su forma a los árboles y carecerán de interés para ser explotados en mercadería.
Y así fue como los pinos del Bosque cercano a Gryfino en Polonia siguen siendo lugar de visita.
Carmen Amigó y Pérez-Mongay