Podemos: Un cambio en el hacer político
Publicado por galdo-fonte, Posteado enOpinión
Podemos, es a tiempo presente el principal revulsivo para derrocar al bipartidismo, y líder indiscutible, para agrupar asociado el interés político, en torno a una segunda transición que nos conduzca hacia la democracia real.
A pocos días de tomar el timón de la nave socialista, el bisoño capitán del PSOE, Pedro Sánchez, no mas soltar amarras e iniciar singladura, a escasas millas del puerto de partida se le escora la nave política a estribor, no ocurriéndosele mejor remedio para restablecer la estabilidad que cargar lastre sobre babor, eso al menos es la deducción que se desprende de la tentativa del nuevo ordenante del puño en rosa al pretender arrebatar a Podemos el liderazgo de la regeneración democrática del país, sin entender este pipiolo, que no está ante un movimiento de izquierdas sino ante un iniciativa ciudadana que a través de la participación popular de forma decidida tiene puesto su objetivo en la instauración de otra realidad democrática donde la vida digna de las personas se corresponda con la dignidad característica de un Estado renovado.
Por tanto, desde su alcurnia, este personaje debiera saber que quien en vez de reconocer y enmendar sus errores políticos la emprende acosando a un opositor que ejerce en suplencia de sus obligaciones y sus carencias, escaso trecho político puede recorre sin darse de bruces contra la cruda realidad de sus propios antagonismos.
Sobre todo, cuando es harto sabido que su organización política después de ser copartícipe de la actual catástrofe social, no solo dejó de ser una alternativa de poder, sino que conjuntamente con el PP se ha convertido en uno de los mayores problemas políticos del país, sin que baste como solución el simple acicalado de fachada de una renovación generacional, si como es el caso, el cambio de personas no lleva implícito actitudes de reencuentro con el verdadero ideario socialista, que en correspondencia, exigiría de partida la renuncia a seguir ejerciendo el papel de sirviente de los mercados financieros, y desde otro prisma, articular políticas alternativas a las de carácter neoliberal del Gobierno de Rajoy; pero lo cierto es que por cautiva dependencia, para el PSOE ese cambio de rumbo y conducta resulta en si mismo una auténtica quimera.
Es por ello que desde todo punto de vista, resulta una ignominia política el ataque furibundo del máximo dirigente socialista hacia Podemos tachándole de organización populista, cuando lo cierto es que lejos de tal condición, esta organización de nuevo cuño emerge por imperativo de la situación de deterioro democrático que vive el país, y como alternativa, a un bipartidismo corrupto que a la par de hacer oídos sordos a las demandas sociales se manifiesta incapaz de llevar a término la regeneración que demanda un degradado sistema político, aún cuando, a través de la simulación tanto el PP como quien figura como primer partido de la oposición, en un ejercicio de «gatopardismo» intenten engatusar a los electores a través de una transformación mas estética que ética, con la única finalidad de aparentar hacer cambios, cuando lo cierto es que todo sigue igual y tampoco tienen la mínima intención en devolverle la política a los ciudadanos.
El hostigamiento del bipartidismo contra Podemos, más que afectar en negativo a sus intereses políticos se convierte en el mejor de sus incentivos
Al parecer los dos partidos mayoritarios que se han sucedido en el gobierno de un triunfalista bipartidismo, además de no tener la dignidad suficiente para sentir el rechazo de los ciudadanos, se niegan ahora a asumir que la traslación sufrida en la gruesa línea roja que divide las dársenas de esta democracia bipolar, además de indicarles haber perdido la mayoría electoral, viene a desautorizarles a seguir subordinando el bienestar colectivo a los intereses espurios del poder económico, y no tan solo por ser el sentir del nuevo quórum encabezado por Podemos, sino también, por ser la correcta interpretación del estado de ánimo mostrado con profusión en el último encuentro con las urnas por la ciudadanía, que suprime toda atribución a quienes, reacios a reconocer el nuevo orden resultante se empeñan en mantener a toda ultranza la continuidad de una representación perdida.
Las cosas han cambiado, y solo quien, como el recién desembarcado dirigente socialista no admiten el vuelco habido en la configuración política del país, y desde su obcecación, son incapaces de percatarse que todo hostigamiento desde el bipartidismo contra Podemos más que erosionar su solidez refuerza sus argumentos, y por tanto, más que afectar en negativo a sus intereses políticos todo hostigamiento desde el bipartidismo contra Podemos más que erosionar su solidez refuerza sus argumentos, y por tanto, más que afectar en negativo a sus intereses políticos, máxime, cuando la evidencia pone de manifiesto que las campañas de acoso y derribo orquestadas desde unos partidos de escasas convicciones democráticas, son en si mismo, el subterfugio utilizado por quienes incapaces de emplear argumentos racionales y lógicos para salir de la crisis, utilizan como arma arrojadiza la mala praxis del infundio político, con el perverso acompañamiento de unos aliados columnistas que conforman la caverna mediática.
Pero lo verdaderamente cierto es, que mientras Podemos como tercera fuerza política en ascenso, amenace la continuidad del bipartidismo, lejos de toda duda, los intereses de la ciudadanía seguirán cotizando en alza.