PLANOS DE CONCIENCIA Y BASE DEL NUEVO TIEMPO
Publicado por Gerardo Hdez Zorroza, Posteado enOpinión
Existen tres planos básicos de conciencia que, si queremos aclarar y mejorar las cosas, de la manera más simple además, debemos respetar. El primero, el más sutil de todos, es el verbo, la palabra, desde la que ordenamos nuestro universo particular y colaboramos a co-crear armonía en nuestro entorno. El segundo es la energía, una energía que podemos activar en nosotros y mover con poder desde la emoción, cuando pensamos, sentimos y actuamos coherentemente con nuestros sentimientos íntimos, nuestros anhelos, que llamaremos de corazón. El tercer plano es el físico, donde se materializan nuestras ideas, nuestros pensamientos.
Trabajar desde el tercer plano, intentar cambios en el plano material, es el trabajo más arduo, donde es fácil perderse, dejándose llevar por los juegos y las trampas del “ego”, el personaje que hemos aprendido a representar, que adornamos a conveniencia, que nada tiene que ver, por cierto, con nuestro yo auténtico.
Y digo todo esto porque hemos llegado a un momento en el que no tenemos otra alternativa que cambiar desde lo sutil y renunciar a la influencia de los cuatro viejos paradigmas que pretenden seguir marcándonos el tempo de nuestra Evolución.
Empezando por la Religión (que nos dice desde sus púlpitos lo que debemos o no debemos hacer), siguiendo por la Economía (que intenta constreñir nuestras creaciones al capricho de su moneda), sin olvidarnos de la Política (con el mismo tipo de líderes que siguen lanzándose acusaciones, y que pretenden controlar aquello que podemos o no hacer), o de la Ciencia (a la que hemos concedido crédito absoluto y de la que parecemos venerar su Verdad “incuestionable”), todos ellos han fracasado estrepitosamente.
Hemos tenido que recorrer un largo camino para poder ser conscientes de que la guía que buscamos, la Verdad en la que asentarnos, no es externa, sino que reside en nosotros, que debemos acudir ahí y alimentarnos de ella, hacernos responsables y desde allí empezar a manifestar en lo externo todo aquello que vayamos comprendiendo e integrando en lo interno.