Pedro Sánchez en busca de la NORMALIDAD democrática.
Publicado por EL ZORBA, Posteado enOpinión
En España los políticos han cambiado. Los españoles NO.
El “Régimen”, fórmula política tras la odiosa Guerra fratricida, fue abriendo sus estructuras, adaptándolas lentamente a las nuevas realidades de la Europa actual. El paso definitivo se consensuó tras la muerte de Francisco Franco, estigmatizado al tiempo que venerado.
Ese fue el momento, política y objetivamente hablando, en el que la sociedad española selló el gran pacto: “NO PERMITIR QUE NOS CONVIRTIERAMOS EN ESTATUTAS DE SAL POR MIRAR HACIA ATRÁS”.
Azules, rojos y morados; intelectuales y obreros; creyentes y escépticos. TODOS QUERÍAN UNA PAZ SIN ODIOS. SIMPLEMENTE DESEABAN PROSPERIDAD.
Aparecieron aquellos grandes políticos, capaces de poner por delante de sus intereses personales o de partido, un país, una nación: ESPAÑA.
No borraron la historia, que no se puede. Aprendieron de ella para valorar LA CONVIVENCIA.
Alguien, más tarde, con criterios mitineros comenzó a leer la historia contando las balas, colgando la ropa sucia del frente y salpicando de sangre las calles y las iglesias. En ese momento la juventud, ignorante, con la fortaleza del grupo anónimo, se creyó salvadora de esa España que les ayudó a crecer sin preguntarles su ideología. La HISTORIA de ZAPATERO se convirtió en VIRAL y los políticos, asustadizos, con miedo a CAERSE DEL CARRO, se olvidaron de los escritos sagrados y comenzaron a mirar hacia atrás y, con la curiosidad del odio, comenzaron a convertirse en Estatuas de sal.
2018… Rastreando la historia aparecen personajes (sic los Sánchez, los Torras, los Iglesias) que se dicen “exploradores de la NORMALIDAD democrática” y que para ello predican que es necesario “DEFENESTRAR” al oponente. Estado y situación en las antípodas de aquel sueño común capaz de aunar sentimientos e ilusiones de millones de manos alzadas y puños cerrados.
2018… La era del deshielo de hipócritas y fariseos, capaces de jugar con cartas marcadas y la religión en la mano. Para ellos, como diría el profeta: “las aguas que te dieron de beber arrasarán tu casa, tu sueño y tu futuro”
NORMALIDAD democrática es saber, señores Sánchez, Torras e Iglesias, que el sudor con el que los españoles ganan el pan, el agua y el vino no se escupe y desprecia para réditos personales y de partido.
La verdad y el consuelo es que los epitafios suelen retratar bastante bien al difunto. En este caso: “Juró y mintió”. “Muchos, asqueados pagaron su entierro”.