Oración y cariño
Publicado por rafagutierrez, Posteado enartículo personal, Opinión
En el Santuario de la Virgen de la Cabeza de Andújar, Jaén, cada sábado y domingo se congregan cientos de peregrinos que quieren de nuevo renovar su devoción a la Señora.
Como andaluz me gusta la devoción bullanguera, callejera y ruidosa; pero como cristiano me gusta también la devoción callada, personal e íntima. Deberíamos procurar aunar las dos realidades. De nada vale el folklore si no va acompañado de la oración íntima, de nada vale el airear el nombre de la Señora de la Cabeza si después llevamos una vida alejada de Jesucristo. No es posible vivir cerca de la Madre si no vivimos cerca también del mensaje exigente pero alentador de Jesucristo Señor nuestro.
Entre otras cosas, por ejemplo, el rezo del Santo Rosario debe de aparecer de nuevo, con más pujanza, en la vida del cristiano. El Santo Rosario que ha sido siempre un instrumento eficaz para dialogar con la Virgen hoy está un poco en desuso. Se debería volver a revalorizar esta costumbre que tanto nos aconseja la Iglesia. El rezó del Ángelus, a las doce de la mañana, debería nuevamente de practicarse como costumbre diaria. Pues estas no son devociones de antaño, son devociones de siempre que hoy por desgracia han perdido fuerza y vigor.
Junto a la fuerza de la oración, también la Virgen de la Cabeza quiere de nosotros, el ejemplo de una vida: dedicada al seguimiento de Jesucristo y dedicada también a la ayuda del prójimo más necesitado; los enfermos, los ancianos, los niños, los pobres, los marginados; todos ellos son predilectos de la Virgen y por tanto deben de ocupar un lugar preferente en nuestros corazones marianos.
Aquí tenemos un panorama vivo y atractivo: oración y obras; devoción y ejemplo. Si vivimos así la Virgen nos guiara y será nuestra protectora. Virgen de la Cabeza, ruega por nosotros. Señora y Madre, protégenos.