Objetivo: Rescatar la democracia
Publicado por galdo-fonte, Posteado enOpinión
Hemos llegado a tal grado de degradación democrática que el simple hecho de ejercitar la defensa de todo derecho constitucional se ha convertido en una actividad clandestina, hasta el extremo, que la exclusión social ha reemplazado al Estado de Derecho y la función política dominante se ha transformado en el cometido opuesto a la expresión que otorga la voluntad popular.
Dicho de otra manera, a través de un estratégico diseño de ingeniería social, este país circula hacia un proceso de regresión ascendente y tal tendencia es consecuencia de una alianza que en tácita armonía mantiene el sector mas recalcitrante del poder económico y la fracción mas reaccionaria de la casta política, que empeñada en su intento de hacer fracasar la democracia y dar puntilla a la faena, viene dispuesta a prorrogar su estancia en el poder; siguiendo una vez mas su ensayada y fructífera argucia de utilizar las urnas para consumar el engaño electoral.
Pero aún siendo esa actitud contrapuesta al básico régimen de libertades e igualdad jurídica , en modo alguno ha de ser pretexto para caer en exageraciones extremas, y mucho menos justificación para tender al rechazo sufragista u optar por las poco recomendables actitudes de desprecio hacia todo lo democrático.
Pues aún cuando lo prometido electoralmente dejara de ser deuda y los representantes políticos actúen llevados por el libre albedrío , votar, no debe ser un sinónimo de rechazo y su ejercicio mas que provocar decepción y frustración debe ser asumido como un acto de responsabilidad con el país, y reflexivamente, como la única fórmula de cuidar la democracia y pasar factura a los renegados de las urnas, a los artífices del actual estado de perversión por su nefasta función como instructores de la polarización social y su tendencioso adiestramiento electoral induciendo a votar ideologías y no ideas.
Los electores estamos obligados a aprender de nuestros propios errores y ahora que los grupos políticos ya perfilan sus listas y programas para los comicios del próximo 25 de mayo, hemos de estar ojo avizor, pues es mas que seguro que también en este nuevo proceso electoral las buenas intenciones de los unos se entremezclen con las enmascaradas pretensiones de los otros.
De ahí que previo a los comicios sea imprescindible afrontar un juicio de valor sobre el comportamiento político y el trato recibido de las formaciones concurrentes, a fin de adjudicar el sufragio en clave productiva para el interés general, y así, concluir su otorgamiento a favor de candidatos decentes, de hombres y mujeres sin desmedida apetencia de poder, profesionalmente capaces y sobre todo distantes de prácticas denigrantes y ajenos a todo acto de corrupción; pues la grandeza de un representante político que se precie, debe residir en ser un buen servidor de la sociedad que nunca su patrón y mucho menos como ahora viene sucediendo, su verdugo, por cuanto en legítima democracia quien políticamente gobierna por mandato de los votos tiene por expreso deber proteger a quienes le designaron para la función del cargo.
Si los electores no hacemos por poner freno a las perversiones de esta adulterada democracia, el resultado que nos pueden deparar los comicios europeos es que sigamos gobernados por esa banda de forajidos que conforman el neoliberalismo imperante, y siendo así, que prosiga instaurado el engañoso discurso a favor de la empedernida austeridad como salida de la crisis; aún a sabiendas que dicha tesis ha precipitado la economía al abismo de la recesión y que su vigencia amenaza con truncar toda solución de reactivación futura.
Por eso, votar en las próximas elecciones europeas por corrientes afines al neoliberalismo, es refrendar el salvamento de la banca a costa de los contribuyentes y admitir igualmente que el Banco Central Europeo (BCE) siga negando préstamos directos a los gobiernos, y facilite con ello, que a costa del erario público se consumen prácticas bancarias preferentes rayanas en el oscurantismo de la usura, de esa operativa que hace que estas entidades del casino bursátil prosigan su enriquecimiento mermando a la mayoría de la sociedad en su percepción salarial con la supresión añadida de sus derechos sociales relativos al marco del bienestar y la afrenta agregada del mantenimiento de un desempleo infame..
A tal efecto procede concluir, afirmando, que en este país la democracia ha sido secuestrada por la élite económica, que en su intento de concentrar mayores cotas de riqueza apuesta deliberadamente por destruir la cohesión y con ello alcanzar la ruptura social al solo propósito de acrecentar y mantener la desigualdad, una incalificable maquinación, que para mayor adversidad cuenta con la colaboración política de quien ilegítimamente usurpa el poder de gobierno al amparo del fraude electoral.
La gravedad de lo que está ocurriendo, lejos de la desafección de los ciudadanos exige de una contundente reacción, pues cuando desde el propio sistema se le cierra el espacio a la crítica civil, o rescatamos la democracia a través de las urnas o corremos en riesgo de acabar con ella.