Cartas al Director

Ante la frecuencia y gravedad de noticias similares. En mi calidad de Educador social. Intentaré aportar un granito de arena por la explicación y búsqueda de posibles soluciones. A tan aberrante practica.
Comenzaré, por recordar que cuando miramos y juzgamos desde nuestra perspectiva occidental.
Con frecuencia olvidamos que la antropología cultural en la humanidad es muy diversa. Y no se puede empezar la casa por el tejado.
Los delitos contra la libertad sexual. Únicamente dejarán de tener la consideración que tienen actualmente en ciertos países, de delitos menores, incluso forma de castigo.
Cuando esa sociedad tras una evolución interna. Termina por asimilar como propios, una serie de valores.
Entre otros, la igualdad entre las personas, al igualdad ante la ley, el derecho a la libertad individual de decisión, la liberación de las tradiciones, la libertad religiosa…
Solo entonces este tipo de agresiones, contaran con el rechazo generalizado de la población. Y serán perseguidos con eficacia cuando se produzcan.
Mientras esto no sea una iniciativa que surja de ellos mismos, lo verán como una imposición extrajera.
Y todo intento de terminar con tan lamentables sucesos a golpe de ley, será necesario y no dudo bien intencionada. Pero desgraciadamente, condenada al fracaso.