Muere el Prelado del Opus Dei
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
El día 12 de diciembre, festividad de la virgen de Guadalupe, a las nueve de la noche, falleció en Roma el prelado del Opus Dei Javier Echevarría, tenía 84 años y había nacido en Madrid.
Muy joven conoció el Opus Dei y desde el comienzo colaboró activamente con el fundador: San Josemaría.
San Josemaría lo nombró secretario personal y realizó esta función hasta la muerte del fundador, a continuación colaboraría en las misiones de gobierno con el Beato Álvaro del Portillo, primer Prelado del Opus Dei.
Y cuando el Beato Álvaro murió fue su sucesor hasta su muerte.
Por lo tanto desde 1994 ha llevado el timón de esta Institución.
Sagrada Institución, que siendo joven cuenta ya con la madurez que le da su carácter:
- Un carácter eminentemente contemplativo, por hundir sus raíces en la fe y en el amor a Jesucristo.
- Y un carácter de pertenencia, absoluta y plena, al mundo de hoy.
El vivir identificados con Jesucristo, el trabajo profesional, la vida familiar, el encuadre con la realidad social, el compromiso con los demás, el ejemplo y el máximo desvelo por la formación profundamente humana y cristiana hacen de sus miembros personas vibrantes y con un ideal firme:
- Personas sólidamente preparadas, que saben vivir su apostolado personal y su vida corriente de una manera sencilla y poco o nada llamativa.
En el Opus Dei no se vive para llamar la atención, para aparentar o para adquirir esferas de poder, se vive para amar a los demás y amar a Jesucristo y a su santa Iglesia.
Y de esta manera, anclado plenamente en la firmeza de su gran ideal, robustecido por sus grandes amores, vivió toda su vida y nos enseñó a vivir a miles de personas nuestro querido prelado Javier Echeverría.
La nítida sencillez es una de las características de los hombres de Dios.
La humildad, la naturalidad, el afán de pasar desapercibido, el trabajo continuo y constante, la presencia de Dios viva y contagiosa, el deseo de extender la Obra de Dios por todo el mundo, la Iglesia y el Papa, el mundo de los menesterosos y de los necesitados, la trágica realidad de las atroces y descarnadas banderías humanas de cada día, la formación humana y espiritual de todos sus hijos en todo el mundo han sido las constantes preocupaciones de este siervo humilde y cordial que había recibido desde muy joven el testigo de gobernar este Opus Dei que ya, por la gracia de Dios, es tan querido y amado por tantos millones de personas.
Personas, que gracias al influjo de esta Institución han conocido a Jesucristo y a la Iglesia, y son felices:
- Muy, muy felices por poseer gratuitamente este maravilloso don de la fe, gracias a la cual se funden con la esperanza, y fundidos con este claro, brillante y encantador horizonte son vivificados plena y permanentemente por el amor.
Que nuestro querido y muy amado Padre Javier, por la gracia de Dios y por su vida fiel y plenamente comprometida, descanse en paz.