MISERIA HUMANA
Publicado por rafael bueno, Posteado enOpinión
Un miserable sale de Misa y entra en el bar de al lado, quejándose públicamente de que la Misa la había dicho Fray Langostino, y que si él llega a saberlo, no hubiera ido a esa Iglesia.
Mira por donde, qué mala suerte la suya, estaba yo allí para recordarle a ese miserable inmundo sepulcro blanqueado chivato y sicario, que él era uno de los que se peleaban y empujaban para sentarse en la primera fila de La Merced, para que lo viera su “Donmigué” cuando éste era su jefe en Cajasur y Dios en Córdoba.
Qué asco.
¿Cuántos hay más como éste?
¡Cuánto más gente conozco, más quiero a mi perro!
Rafael Bueno.
Córdoba.