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julio 2013

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MIGUEL ÁNGEL BLANCO. 13 DE JULIO DE 2013.

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(«Del Libro ESPAÑA de haber dos… sería para emigrar y no volver”).

Miguel Ángel Blanco Garrido nació en Ermua un 13 de mayo de 1968 y certificaron su muerte en Lasarte otro día 13 bien diferente. Cuando criminales del terror; etarras, lo asesinaron.

El 10 de julio de 1997 Miguel Ángel Blanco fue secuestrado bajo la amenaza de Eta de darle muerte si el Gobierno Central no accedía a sus peticiones.

Zaragoza se sumo a la manifestación contra Eta exigiendo la liberación de Miguel Ángel Blanco. La Plaza del Pilar al completo y calles adyacentes gritaron por su libertad.

A las cinco menos diez de la tarde del 12 de julio de 1997 los asesinos de la banda criminal ETA hicieron un disparo a Miguel Ángel en la parte posterior de la cabeza.

Encontrado poco después en las afueras de San Sebastián con las manos atadas iba en agonía de muerte. Vivió tan solo unas horas muriendo a las cuatro y media de la mañana del 13 de julio de 1997 (hoy dieciséis aniversario).

Tras su muerte la sociedad española se movilizó contra ETA.

España. Sus Gobiernos. Unos más que otros. Han dejado que los responsables de tanta matanza se encuentren en cómodos sillones cobrando del Estado Español.

Son los mismos que dijeron; que iban a acabar con ella desarticulándola por entero.

Desde aquel 13 de julio de 1997 al actual 13 de julio 2013 el recuerdo se mantiene.

Vascongadas no es libre. Son los propios hijos de la tierra quienes se han visto desposeídos de eso tan bello que es la libertad de pensar y expresarse.

A la Comunidad Vasca: Sus Propios. Le han puesto barreras.

Muchos son los vascos que dejaron sus casas y se encuentran en otras Comunidades Autónomas huyendo de la bella Vascongadas tierra de sus mayores.

El blanco símbolo de la pureza. Color que ensucia Bildu desde sus escaños de la Cámara Vasca en sus camisetas clama en desvergüenza.

No hay color en el arco-iris ni en el arco terreno o celeste que pueda ser usado por quienes llevan en su haber; delitos de sangre.

A Miguel Ángel Blanco lo asesinó ETA como a tantos otros por ser españoles y segó la vida de jóvenes infantes.

Miguel Ángel; siempre en la memoria de quienes no actúan con valija de muerte.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay



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