Mienten más que hablan
Publicado por galdo-fonte, Posteado enOpinión
Cuando de la noche a la mañana te ves gobernado por una cuadrilla de mitómanos, mas que otorgar creencia a sus palabras, entra en tu deber como ciudadano tener control exhaustivo de la situación, manteniendo a todo efecto una actitud crítica ante su proceder y sus hechos.
Que Rajoy y los miembros de su gabinete mienten mas que hablan es un todo evidente, hasta el extremo de llegar con sus embustes al nivel de la «pseudología fantástica», ese síndrome propio de quienes son propensos a mentir compulsivamente y fabricar falsedades complejas y sistemáticas, que a diferencia de la mentira ordinaria tiene su origen en motivaciones patológicas, haciendo que, en su ego interno, sus fantasías acaben tomando rango de realidad hasta llegar al desvarío de creérselas ellos mismos.
Y esto debe ser así, pues caso contrario ningún miembro del Gobierno en sus cabales se atrevería a soltar el disparate de afirmar estar en la línea de crear empleo estable, cuando a pesar de los esfuerzos propagandísticos la realidad de los hechos habla en lenguaje diametralmente opuesto, y así, después de un lustro del estallido de la crisis mas que percibirse síntomas de reactivación, lo verdaderamente cierto es que la destrucción del tejido productivo sigue un ritmo imparable como ponen de manifiesto las 180 empresas que cada día echan cierre a su actividad.
Negativa tendencia que a tiempo presente no cabe evadir tras la recurrente justificación de la herencia recibida, pues reivindicando la verdad, lo cierto es que fue Rajoy quien después de prometer electoralmente crear empleo, ahora, pasado el ecuador de su mandato e incapaz de satisfacer su compromiso, intenta presentar como un éxito lo que sigue siendo su peor balance imaginable, donde a pesar de las ventajas del componente estacional sigue manteniendo un saldo en su haber de 1250000 puestos de trabajo destruidos, habiendo de añadir a ello un incremento de 622000 parados como también los 150000 hogares más en situación de emergencia extrema por total carencia de ingresos, sin obviar el imponente dato del 53,1% de paro juvenil ni tampoco el 1100000 desempleados de larga duración.
Habiendo de concluir que no es que se haya creado empleo alguno, sino que la supuesta mejora estadística es simple y directa consecuencia de la disminución de la población activa, que por efecto del desanimo o motivo de emigración, redujo el censo de la (EPA) en 232.000 personas, es decir, que por mas optimismo que interesadamente se derroche, se ha de afirmar que durante lo que va de legislatura el PP, no solo no ha conseguido crear empleo estable, sino que ha incrementado su destrucción y acentuado su precariedad, sin que a través de sus políticas sectoriales y su bazofia de reforma laboral, se vislumbren verdaderas expectativas de revertir la situación.
Por ello mas que mantenerse en sus trece, el ejecutivo conservador debería intentar reencontrarse con la realidad y decaer en su empeño de hacer calar en la ciudadanía el gancho electoral de que la crisis ha tocado a su fin y que la recuperación ya la tenemos aquí, pues pese al desmedido esfuerzo propagandístico realizado por el Gobierno de Rajoy para divulgar como éxito su camuflada mentira, lo verdadero es, que la crisis tienen fuelle para rato y que no habrá mejora alguna en la economía del país, al menos, mientras subsista la obstinación de intentar salir de la misma aplicando por toda solución drásticas medidas de ajuste ligadas a políticas de radical austeridad, toda vez que dando continuidad a tal cuestionada conjugación de factores mas que alcanzar solución alguna, fatalmente, se prorrogará la continuidad en el ámbito de la recesión.
De ahí que sustituir la carencia de resultados reales en materia de generación de empleo por la estrategia mediática de publicitar paliativamente «titulares – trampa» de economía positiva, habrá de percibirse como una actitud de clara manipulación al delatar tal conducta una actitud de perversa intencionalidad tendente a seguir tergiversando la realidad desde la propia mitomanía política , que al mismo tiempo revela una conducta de total indiferencia con la situación, mientras el futuro de los demandantes de empleo se va por la alcantarilla.
Cuando es harto sabido que todo proceso de crecimiento cuenta con el acompañamiento del empleo al igual que la situación de recesión lleva implícita la subida del paro, resulta imposible de asumir los augurios de los profetas de la recuperación en su intento de hacernos tragar con la teoría del «empleo sin crecimiento», por tratarse de un supuesto enfrentado con la cruda realidad de una secuencia interminable de EREs y cierres de empresas, que día a día sin parar, precipitan a miles de personas a seguir incrementando el drama del paro, y mientras la realidad de los hechos se siga expresando con tan dramatismo no cabe otorgar fiabilidad alguna para con las cifras y previsiones aportadas por el Gobierno de la Nación, pues además de ser una falsificación sin paliativos, es el maquillaje de apariencia electoral para falsear la realidad y hacer creer a los electores que los malos tiempos ya son parte del pasado.
Es decir, la tarjeta de presentación de quienes viven instalados en el engaño y la mentira.