LOS ERRORES ACABAN PAGÁNDOSE. Actualidad RED.
Publicado por Carmen Amigo, Posteado enOpinión
Un toque de atención puede tener cara de pliego blanco (no en blanco).
Un punto de atención es el ensabanado. Sobre viajero de la red, que acude a descorchar los desastres dejados y los que se avecinan.
Un funcionario en atención posible es: El teléfono de siempre. Aquel entradito en años, que por la simplicidad de su compostura en ocasiones quienes te lo suministran se sirven de artificios. Interrupciones. Clic clics. O conversación a tres ¡hay que ver lo que enfada si para más inri el tercero es el propio técnico de telefonía! Aun cuando dentro del funcionariado activo como militante, juega a ser etiquetado obsoleto.
Un acontecimiento multicolor es en atención de modernidad el que se disputan muchos servicios y no siempre legales. El millonario en cifra. Ese aparatillo de nombre “móvil” al que lo tiene controlado desde la atmosfera y que no deja de sonar insistente en privado, corro y hemiciclos. Sirve…
Cada uno de estos artilugios que a nuestros mayores les parecería brujería es de los que el ciudadano dispone y se sirve para llevar la alerta pidiendo lo prometido a cambio de la honestidad para su voto depositado en comicios.
Los errores acaban pagándose Señoría, cuando al Ciudadano con responsabilidad, en precario por un acto que no provocó, sufre dejadez del propio Gobierno.
La red dice: No más subvenciones. Un solo empleo. No tres o más de disposición oficial. Devolución de los fraudes con el consabido castigo. No al despilfarro. No a los asalariados sindicales, partidos, patronales, entidades bancarias sustentados con entregas millonarias por el erario público (Estas partidas hubieron y han de ir a mantener empleo). No a la permisividad de embajadas. No a la duplicidad de Gobiernos. No a las figuras decorativas que no solucionan razones. Si al reparto equitativo para toda España. No a la flaqueza; ante el irresponsable y asesino. No al olvido de aquellos que llevaron a seis millones de Españoles a la experiencia de la pobreza, en tanto en cuanto, sus Señorías están colocados en mullidos sillones de euros y dólares.
Carmen Amigó