Los buenos y los malos
Publicado por Rafael Martinez, Posteado enPolítica, Opinión
Después de casi 20 años viviendo en el extranjero he tenido la oportunidad hace poco de volver y vivir unos meses en España. Ha sido una estancia muy gratificante por una parte, bastante dolorosa por otra y muy preocupante en general.
Gratificante porque he podido disfrutar de mi familia y de muchas de las cosas buenas que este país tiene que ofrecer, un tiempo magnífico, una gastronomía exquisita, una historia interesante y lugares de lo más variopinto que te puedas imaginar. De norte a sur y de este a oeste los contrastes son enormes.
Esto no quita que tambien haya sido bastante doloroso ver la situación en la que se encuentra el país. Una economía destrozada, una precariedad en el mercado laboral que da miedo, gente sin trabajo, desahucios y muchas familias pasandolo mal. A la vez que todo esto ocurre, no paran de salir casos de corrupción, los políticos no paran de echarse los trastos a la cabeza unos a otros y son arrogantes, soberbios e impertinentes sin ningún contacto con la realidad. En definitiva, un panorama que da pena y que está plagado de injusticias y actitudes que en una verdadera democracia no se permitirian.
Después de tanto tiempo fuera, he visto las cosas y la situación actual de España con otra mentalidad, como si fuera un forastero, asistiendo al espectáculo desde las gradas y viendo la realidad de la situación actual.
Por una parte, ciudadanos totalmente pasivos a lo que está occurriendo y en los que se ven dos actitudes, la típica de resignado «para que voy a hacer nada, esto es así y no lo voy a poder cambiar», y la típica de egoista en la que mientras que no le toque a uno, aquí no pasa nada.
Lo peor de todo es que he visto una sociedad totalmente dividida en grupos, y actitudes que solo se pueden explicar por la existencia de un odio visceral a todo y todos los que no pertenecen a tu grupo. Franquistas y republicanos, rojos y fascistas, obreros y capataces, jefes y empleados, policías y manifestantes, ….. los buenos y los malos, o estas conmigo o eres mi enemigo.
Todas estas actitudes están aflorando rápidamente en estos momentos de crisis y son bajo mi punto de vista muy peligrosas y un ejemplo de democracia disfuncional. Están jugando con fuego, tanto los políticos de nuestro país como los de la comunidad europea. Si siguen en la misma linea de actuación puede que se pasen de rosca, y esto puede traer unas consecuencias imprevisibles y nefastas. Espero equivocarme por completo.
Por desgracia, la sociedad española no ha superado el pasado y la herencia de años con una gran diferencia de clases y una posterior dictadura de casi 40 años. La transición hacia la democracia fue no violenta, pero dejó en el tintero muchas cosas que se deberian de haber hablado y hecho y no se hicieron. Las cosas se arreglan hablando y discutiendo y en casos extremos peleando, pero está demostrado que barrer el polvo debajo de la alfombra no lo hace desaparecer.
Que pena me da ver al país que me vio crecer dividido todavia de esta manera.