Cartas al Director

Es habitual que las personas mayores juzguemos a los jóvenes teniendo hacia ellos una actitud crítica: sobre sus estudios, sobre la actitud que tienen en casa, sobre las faltas de respeto, sobre la falta de disponibilidad hacia lo que se les dice que tienen que hacer, sobre lo irresponsables que son, y sobre tantas cosas que les afectan a ellos y les afectan a los mayores. Sin embargo en este tiempo en el que estamos viviendo hay muchas cosas importantes que les afecta a ellos y de las que ellos son víctimas y los mayores en la mayoría de los casos: causa y origen. Voy a intentar exponer algunas de ellas y explicar alguna que otra razón importante:

1º.– El Paro es una gran lacra social que afecta especialmente a los jóvenes, al menos actualmente en España, más de un 50%; y en la mayoría de los casos tenemos la culpa los mayores. Tienen la culpa: los que ejercen el poder, los corruptos, los que crean puestos de trabajo basura, los que originaron la crisis, los que hacen de la banca una fuente inagotable de riqueza hacia ellos, los ineptos que ocupan cargos de responsabilidad y que fueron nombrados a dedo … Es obvio que esto está causando a la juventud española actual un grave perjuicio, muchos de ellos a causa de esto, se tendrán que ir al extranjero con lo que ello conlleva; otros retrasaron su casamiento y quizás debido a esto no podrán tener hijos; y además tendrán que vivir largo tiempo en casa de los padres sin independencia económica y de ningún tipo. Todo esto es una gran deuda que la sociedad española tiene con ellos ¿Quién se hace cargo?

2º.— la Insolidaridad es una herencia que los jóvenes han recibido. Respecto a muchas cuestiones ven y comprueban como cada uno barre para dentro, unos y otros van a lo suyo, sin pensar en los demás. Un egoísmo cruel y aterrador; aún más, en el marco de la educación juvenil.

3º.— La Avaricia, la Codicia y la Usura son unos de los grandes males de la historia actual y de ellos se derivan grandes perjuicios para todas las personas y las sociedades en general, que en muchos casos se ven inmersos en la pobreza debido a estos tremendos vicios. Vicios muy extendidos y a los que nadie interesa poner remedio, pues en estas cuestiones relativas al deseo desordenado del dinero hay muchos involucrados.

4º.— La Falta de Respeto en todos los estamentos sociales, culturales, políticos, educativos y profesionales. Quien no ha visto faltas de respeto: En el Parlamento; en los colegios; y en los mismos hogares y por parte de los padres. También: En la televisión, en los medios de comunicación, en el cine … Esto va en detrimento de una sociedad que se ha de construir con valores sólidos y en la que se debe de respirar un aire de amabilidad y cordialidad.

5º.— El Despilfarro. Los encargados de custodiar los bienes de todos se dedican a despilfarrar: en cosas inútiles o que no se van a usar; o se compra sin medida y después se tira; o se realizan grande obras públicas que después no tienen uso o son costosas y no se pueden poner en funcionamiento. En muchas ocasiones el despilfarro de unos ocasiona la necesidad de otros que se ven en la indigencia debido a estos gastos inútiles. También podemos hablar del tremendo despilfarro que cada uno tenemos en nuestras casas y en nuestras sociedades, respecto a la comida y a otros útiles: inútiles, teniendo en cuenta el hambre y la necesidad que por otro lado hay en el mundo.

6º.— El Desprecio a la Vida Humana: Guerras; terrorismo; aborto; hambre; esclavitud; el uso de los niños como esclavos en las diversas facetas de la vida; el desprecio a la mujer, a las jóvenes y a las niñas en muchos países. Toda esta amalgama de temas incoherentes y graves afectan a una gran parte de los ciudadanos de todo el mundo, ocasionando: muertes, enfermedad físicas y psíquicas terribles, países destruidos y en los que la recuperación prácticamente no es posible. Qué respuesta pueden dar nuestros jóvenes a todas estas situaciones tremendas que otros ocasionan.

7º.— El Deterioro Familiar. Este es otro grave atentado que se comete con los jóvenes y es muy frecuente en esta época. Las rupturas matrimoniales, las desavenencias entre el padre y la madre, el abandono de los hijos, el maltrato físico y psíquico; todo esto afecta especialmente a los jóvenes y de alguna manera es siempre muy difícil de curar la herida causada.

8º.— Marginación social. Muchos niños y jóvenes pertenecen a ambientes deteriorados o de marginación social, ellos no son culpables son también víctimas. A causa de esta marginación quizás acaben en el mundo: de la delincuencia o en el de la droga o en el del alcohol o acaben siendo siempre unos desadaptados sociales y profesionales.

Toda esta casuística tremenda afecta especialmente a los jóvenes, y los mayores somos los culpables; ellos no son generadores de esta casuística en la que el mal es el protagonista y ellos son los perjudicados. Por lo tanto cuando hablemos mal de los jóvenes comprobemos también nuestra culpa y en muchos casos lo poco o nada que hemos hecho por ellos en esta generación y en otras muchas.

Este artículo lo escribo: como Profesor de matemáticas de secundaria; como Padre de tres hijos de 20 y tantos años; como miembro de una sociedad difícil que no acaba de abandonar los umbrales de la sinrazón; como cristiano; como responsable -directo o indirecto- de lo que pasa, de lo que deja de pasar y de lo que pasará en breve.

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